El fin de semana, José Luis Clerc pasó por la mesa de Juana Viale en eltrece y habló de sus temas particulares. Pero el ex tenista se quebró al recordar a su eterno rival, Guillermo Vilas, con quien terminaron siendo amigos después de tantos años de batallas.
“¿Cómo está Guillermo? ¿Qué sabés de él?”, le consultaron. “Es muy duro hablar de él. Hace muchos años estaba en Roland Garros y me fui a su academia de tenis en Mallorca y me mandó un Whatsapp y me dijo Batata, estoy un poco enfermo”, comenzó Batata y comenzó a llorar.
Después de tomarse unos segundos, en los que Tete Coustarot lo bancó, José Luis siguió: “Me emociona mucho porque se portó muy bien con un tema personal familiar, y para mí eso borró todo. Borró la competencia, los malos momentos. Es muy duro porque yo viví... toda mi carrera la hice con él”.
Y afirmó: “Yo no digo que gracias a él juego al tenis pero gracias a que él fue mejor que yo y yo era el que lo acompañaba. Pero lo extraño mucho, lo quiero y sufro mucho. Lo bueno es que hace un par de semanas hablé con un amigo de él, él vive en Montercarlo hace mucho tiempo, y me dijo que estaba estable, y eso me pone contento”.
“Todo lo que dijo Batata habla de una nobleza que supera todo lo que se disputaban en ese momento y esta emoción es lindísima”, le dijo Tete Coustarot, también muy conmovida. En 2018 se confirmó que Vilas sufre de Alzheimer. “Nadie lo dice pero creo que él tiene un principio de alzheimer. Y, según tengo entendido por gente que me ha hablado, lo han visto bastante mal, pobre”, informó el capitán de la Copa Davis de hace unos años, Tito Vázquez.
El doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA), explicó cuáles son los síntomas de esta enfermedad: “Algunos olvidos pueden ser parte normal del envejecimiento. Sin embargo muchas personas tienen más problemas de memoria que otras de idéntica edad y a esto le llamamos deterioro cognitivo”.
“El deterioro es progresivo y en general comienza con un problema de la memoria, sobre todo con la memoria de procesos recientes, porque se pierde la capacidad de archivar datos. Entonces una persona puede tener recuerdos de su niñez, pero tal vez olvidarse lo que desayunó esa mañana. Después pueden comprometerse otras funciones intelectuales, como por ejemplo habilidades para la matemática, los idiomas, o mismo el deporte”, agregó el neurólogo.
“¿Cómo se diagnostica el Alzheimer?”, le preguntaron. Y Andersson cerró: “Cuando las personas consultan por demencia, el médico pide realizar una resonancia magnética y después se les hace a los pacientes una batería de test que componen la evaluación neurocognitiva, con la cual se ve cómo está la memoria de corto y largo plazo, así como también la visual, la verbal y la auditiva”.
“También se indican análisis de sangre donde se ve si tienen bien los niveles de complejo B6 , B12, ácido fólico en sangre, si le funciona bien la glándula tiroides, con el fin de llegar a la causa del deterioro cognitivo, que en la mayoría de los casos corresponden al Alzheimer. Esta enfermedad es edad-dependiente y si bien hay casos pasados los 40 y 50, no son tan frecuentes. Pero por arriba de los 65 años, el 10% de la población sufre algún grado de enfermedad de Alzheimer”, finalizó.
