El planeta se paralizó, literalmente una enorme porción de la población del mundo detuvo sus actividades y direccionó el foco en París. Claro, la increíble salida de Lionel Messi del Barcelona sacudió todo y las cámaras se centraron en el aterrizaje del astro en el PSG.
Dentro de todo ese contexto, apareció una pequeña arista, que se vincula con otro tipo de ámbito, ya que en el elenco francés se encuentra Mauro Icardi y por consecuencia su esposa, la siempre rimbombante Wanda Nara.
La blonda no se expresó directamente sobre la llegada del mejor jugador de la Tierra al elenco francés, pero sí dejó varios guiños en las redes sociales, para avisar que iniciaba algo nuevo para ella. Ni lerda ni perezosa, Wanda entendió que debía acercarse a Antonela, por la lógica de toda la influencia que posee Lionel en todos los continentes, y para tratar de sumarla a su grupete de amigas, esa cofradía de las esposas de las futbolistas.
Entonces, Nara instantáneamente comenzó a seguir a Roccuzzo en Instagram, algo que llevó a cabo en ese martes revolucionado. Lo raro en todo esto pasa porque Anto tardó varias jornadas en devolverle el follow, por ahí se le traspapeló en las notificaciones.
En todo ese panorama se especuló de una escasa simpatía de la rosarina con la hermana de Zaira, hasta se conjeturó que todo se vinculaba con un apoyo a Evangelina Anderson, enfrentada con la ex de Maxi López. Así se instaló la sensación de una dificultad para edificar un lazo.
Pero todo eso se cayó en las últimas horas, porque Wanda posteó en su Instagram una foto en la que luce con dos de sus hijos camino al entrenamiento de los pequeños en el PSG. La esposa de Messi no demoró mucho el regalarle su like a esta publicación. Un guiño positivo.