Miles de millones de personas en todo el mundo se pasan buena parte de la vida buscando su "media naranja", ese sueño lleno de romanticismo de encontrar a la pareja que los complemente y los haga felices. Gerardo Sofovich, por su parte, amasó una porción de la fortuna que disfrutó cortando manzanas por la mitad y pesándolas para ver si las dos partes eran iguales. En ese mismo momento se dijo, con insistencia, que su fruta prohibida se llamaba Nazarena Vélez.
Ahora mucho más tranquila, menos peleadora y muy dedicada a ayudar a sus tres hijos (Barbie, la mayor, se casa en septiembre con Lucas Rodríguez) "Naza" era una de "las mujeres del momento" en aquella época de La Noche del Domingo o El Champán las pone mimosas, por ejemplo. Cuando su carrera parecía algo empantanada, una recordada e histórica tapa de Paparazzi le dio el espaldarazo que la devolvió a las grandes ligas. Y al comentario permanente acerca de su vida privada.
El rumor de que El Ruso y Nazarena tenían algo perduró en el tiempo, entre otras cosas, por el silencio cómplice de los dos, que jugaban como nadie al deporte de generar intriga y misterio entre la gente para después convertirlo en interés, espectadores o televidentes. El fue creador de los más grandes éxitos de la época y descubridor de un sinfín de figuras tanto femeninas como masculinas. Ella era bonita, picante, polémica y audaz, o al menos así se la veía en sus explosivas apariciones públicas.
Hubo fotos, declaraciones, sospechas, suspicacias, dimes y diretes. Más que una de amor, era una historia de suspenso alimentada por dos maestros en el arte de decir cosas sin hablar. Las teorías fueron varias y variadas, mientras él transcurría sus relaciones oficiales con Carmen Morales y con Sofía Oleksak, y ella trataba de salvar -sin éxito- su matrimonio con Daniel Agostini. Se amaban a escondidas, era el cuento de aquella hora hoy lejana.
Mucho tiempo después, mientras se recupera del covid que se pescó justo cuando la preparación del casorio de su hija entra en la recta final, Nazarena se puso a jugar al "preguntame que te respondo" que está tan de moda entre los famosos argentinos en la versión "verdadero o falso". Uno de sus seguidores fue directo al grano y le preguntó, derecho viejo, si con el Ruso Sofovich habían tenido algún romance.
Fiel al estilo frontal y contundente que agarró de grande, Nazarena evitó aquellos amagues de altri tempi y contestó de manera vertiginosa y concisa. Siete palabras y un emoji le alcanzaron para terminar con un mito que duró entre 15 a 20 años. "¿Fuiste pareja de Gerardo Sofovich? ¿Verdadero o Falso?", quisieron saber. "FALSO. Era como un padre para mi", contestó y al lado puso un corazón blanco. Ni manzanas ni naranjas: Naza nunca manda fruta.