Todo comenzó en Canadá, a mediados de los años setenta. En la ciudad de Baie-Saint Paul, un lugar de tránsito comenzó a establecerse entre sus moradores como un punto de reunión para jóvenes viajeros, interesados en actividades culturales y artísticas. Fue recién en 1984 que esa agrupación terminó convirtiéndose en el Cirque du Soleil, o Circo del Sol, nombre que se le ocurrió a su creador mientras miraba un amanecer en Hawái. El espectáculo es la empresa de entretenimiento y la mayor productora de teatro en el mundo. Y en estos días llegó a la Argentina, con un nuevo show. El prestigio cosechado durante estas décadas lo convirtió en un evento obligado para todo aquel que se emociona ante este tipo de expresiones artísticas. Y el ambiente televisivo argentino lo tiene como una fecha marcada en la agenda. Sus figuras son capaces de cualquier cosa por ver a sus intérpretes en acción. De cualquier cosa. Incluso, de olvidar todos sus preceptos. Y una noche de 2019, el destino de la troupe canadiense se cruzó en el camino de Leandro Chino Leunis.
Un Chino. Si en El Trece está Marcelo Tinelli y los demás lo corren de muy atrás –más allá del magnetismo de Guido Kaczka–, en Telefe han sabido armar un verdadero “dream team” de conductores: Marley, Santiago del Moro, Rodolfo Barili, Germán Paoloski, Andy Kusnetzoff, Gerardo Rozín… sólo por nombrar a los hombres. Y claro, también está el Chino Leunis. A sus jovencísimos 38 años –cumple 39 el 9 del 9 del 19–, el muchacho de Ramos Mejía se ganó su lugar entre verdaderos pesos pesados de la profesión. Y lo hizo de la mejor manera, después de un amplio recorrido por la radio, con un programa súper exitoso en La 100. 1,84 metros de estatura que vienen con facha y carisma, pero el punto fuerte del Chino llega con su currículum: en la FM aprendió a desarrollar lo mejor del oficio. No por nada, el canal “de las pelotitas” lo tiene siempre como su figurita de turno para ocupar segmentos que requieren gente especializada. Este año, por ejemplo, se hizo cargo de cubrir la ausencia de Rozín en Morfi, todos a la mesa, cada mañana, junto con Zaira Nara. El Chino es uno de los conductores top del momento, pero los que saben le auguran un futuro enorme.
Separado.Dueño de un perfil subterráneo –o sea, más bajo que bajísimo–, el Chino es famoso por dedicarle especial atención al cuidado de su vida privada. En octubre del año pasado se permitió una licencia y “comunicó” a través de las redes su separación de Karin Rodríguez, su mujer desde el año 2004, la madre de su única hija, Delfina, de 9. Su manera de “comunicarlo” fue borrando de Instagram las fotos que tenía junto a Karin, todo un mensaje a la hora de las expresiones virtuales. Ante las consultas de la prensa, decidió no ganarse tapas fáciles abriendo la intimidad de su decisión. “Disculpame, por respeto a mi familia no hablo sobre mi vida privada”, repetía antes y repite ahora cuando se le consulta al respecto. “De laburo lo que quieras, estoy siempre dispuesto, pero de lo otro…”, agrega con la amabilidad de sus inicios. Sus últimas publicaciones de 2018 lo muestran orientado hacia la espiritualidad, hablando de cambios y proceso internos.“Aprender a SER, desde lo que uno ES. No pretender adaptarte, sino ser oferta por aquello que me hace singular (…). Una etapa de mi vida que se cierra y otra que se abre para ser protagonista de las cosas que quiero cambiar en el mundo que habito”, escribió en diciembre.
Nueva función. El sábado 22, el Chino llegó a Tecnópolis para disfrutar de la función para la prensa del Cirque du Soleilcon los suyos: sus padres y… una morocha que rápidamente captó la atención de los presentes en el sector VIP de la carpa principal. Podía ser una amiga, una prima, algún pariente… Pero el conductor se descuidó un instante y en cierto momento caminó tomando la cintura de su compañía. Un gesto que se robó la atención de los fotógrafos en el lugar. El periodista Adrián Pallares dio detalles sobre la mujer en cuestión: es su nueva novia, y tiene cuatro hijos, según publicó en su columna de Infobae. Una foto subida por el “intruso” los muestra de espaldas, abrazados y disfrutando del espectáculo. Paparazzi logró algo más: la nueva novia del Chino se llama María Magdalena y tiene 39 años. Ah, y aclaró que le dicen Maca.
El corazón. Si de pasiones se trata, el Chino tiene dos grandes amores, incondicionales y que mantendrá toda la vida. Uno es Racing Club, equipo que lo tiene participando en cada evento organizado por la entidad de Avellaneda y –últimamente– festejando con mayor asiduidad sus campeonatos. “A seguir avanzando en este sueño de ver a Racing cada vez más grande. Créanme que eso es muy importante para mí”, escribió Leandro, posando en una foto con Diego Milito, ídolo de la Academia. Pero si el fútbol –como bien dijo un escritor– “es lo más importante de las cosas menos importantes”, lo más grande del Chino es Delfi, su hija. “El amor para toda la vida existe. Te amo hija. Gracias por enseñarme todos los días. Gracias por hacerme papá. Estoy TAN orgulloso de vos”, escribió hace poco el conductor, en ocasión del Día del Padre. A todo esto, y a la dedicación que siente por su profesión, el Chino le suma un nuevo destino para fijar la atención: Maca. Sólo Leandro sabe cómo transita estos primeros meses juntos, pero por lo visto en Tecnópolis hay que decir que la está pasando realmente bien. Una función en la que hizo “acrobacias” por evitar que la prensa notara a su novia, pero en la que el amor por el circo, pero especialmente por su compañera, lo terminó traicionando. Una noche llena de magia, que puede ser el inicio de algo muy grande. Como pasó en Canadá, bastante tiempo atrás.
El Chino llevó a su novia y a sus padres al circo
Chino Leunis, atrás su mamá junto a su novia Maca