Afortunado en el amor, desafortunado en la pista. El último fin de semana, Juan Manuel Urcera, el novio de Nicole Neumann, vivió una situación sumamente extraña: había ganado sin apremios ni problemas la carrera de Turismo Carretera que se disputó en Rafaela, pero una cuestión "técnica" lo descalificó y arruinó todo su esfuerzo. "Manu" cayó en un pozo anímico tan profundo que la modelo está preocupada por una decisión que puede tomar su muchacho.
Rafaela es una pujante ciudad ubicada a unos 265 kilómetros de Rosario. Cuna de una importante cuenca lechera y productiva, se la conoce como "La Perla del oeste santafesino". En sus calles se respira olor a laburo, a mate, a asado, a campo, a fútbol (Atlético de Rafaela supo jugar varias temporadas en primera) y también a automovilismo: su autódromo, propiedad de la misma entidad, es conocido como el "óvalo" y está considerado el más rápido del país. Por ende, todos quieren subirse a lo más alto del podio allí.
Cuando le avisaron que le habían quitado el triunfo porque una tapa de su motor era más alta que lo permitido (y se supone que con eso podía lograr una ventaja), Urcera se desplomó anímicamente, a tal punto que reunió a su gente y le dijo que estaba pensando en largar todo. No en dejar de correr en Turismo Carretera -la categoría más popular y convocante del país- sino en abandonar el automovilismo. Obviamente, Nicole fue una de las primeras en saberlo.
"Estaba muy muy triste. No quería saber más nada. Se puso muy mal porque él hizo todo bien en la pista y al volante, y lo que le costó el triunfo es completamente ajeno a él. El no tuvo nada que ver, pero el que se quedó sin la victoria y sin el sueño concretado de ganar en Rafaela fue el Manu. Incluso dicen que pensó en alquilar un galpón para dedicarse a la mecánica", informó Luis Cali, conductor del programa Vuelta Previa y el relator fierrero más popular y querido de todo el país. Sus transmisiones llenas de latiguillos por Radio Colonia son seguidas y celebradas por el "mundo tuerca" en los 4 puntos cardinales de la Argentina.
Nicole está atenta a cualquier paso que decida dar su muchacho. Y además está ocupada en dos cuestiones. La primera, alentarlo y decirle una y otra vez "vamos, dale, ya está, esto es tu pasión, lo que vos sentís, lo que te gusta, lo que siempre quisiste hacer". La otra, dejar que el tiempo pase y, como siempre sucede, que vaya haciendo efecto y cicatrizando las heridas.
Sorpresivamente, Nicole se involucró hasta la médula en su relación con Urcera. Lo hizo poco después de que repitiera, una y otra vez, que se veía lejos de los trotes amorosos y que ya no creía que iba a sentir de nuevo la intensidad de una pareja flamante. Pero el flechazo fue más fuerte, evidentemente, y además de bancarse la irrupción de una vengativa ex de voz potente, hasta se animó a confesar que hasta podría pensar en tener un hijo. Por lo pronto, lo que quiere hacer es ponerle un freno a la depresión de su novio.
