Podríamos pensar que, con el mundo rendido a sus pies, Lionel Messi no tiene obstáculo que se le interfiera, al menos en cuanto a lo que se refiere a lo material. Sin embargo, al “pobre” Leo le está resultando muy difícil encontrar una casa en París para instalarse con su familia y su perro Hulk.
Es que, desde que llegaron a la capital francesa con sus hijos Thiago, Mateo y Ciro, Messi y Antonela siguen alojados en el exclusivo hotel Royal Monceau mientras buscan un nuevo hogar para echar raíces. Y, en contra de todos los pronósticos, la cosa no les va nada bien.
Principalmente, porque a pesar de que propiedades hermosas sobran en la Ciudad Luz, al número uno del fútbol básicamente le quieren cobrar por "portación de cara". Así le pasó cuando, habiendo elegido su “casa de los sueños”, todo se truncó cuando el dueño se dio cuenta de que el interesado era nada menos que Leo.
Con todos los requisitos para recibir a la familia, la casa parecía perfecta, ideal. Sin embargo, al rosarino no le gustó nada que el propietario del palacete, cuyo valor ronda los 48 millones de euros, decidiera aumentarle el alquiler mensual en 10 mil euros, sólo por ser él. ¡Una avivada!
A la mansión, espectacular por donde se la mire, se la conoce como el “Palais Rose'' (Palacio rosado), ya que su elegante fachada está cubierta de mármol color rosa. También cuenta con piscina climatizada, gimnasio y todo tipo de comodidades que se ajustan a lo que el jugador del PSG pidió a sus agentes inmobiliarios.
Así que, por ahora, Messi y Antonela siguen en la búsqueda de su casa perfecta. Al parecer, una de las zonas que apuntan es el exclusivo barrio de Neuilly-sur-Seine, ubicada en el departamento de Altos del Sena, el área más top de París.