Para hablar de su amplia trayectoria sobre los escenarios en donde siempre tiene un micrófono y un piano bajo sus manos, César “Banana” Pueyrredón estuvo como invitado al ciclo Los Mammones en donde recordó sus primeros pasos en el mundo de la música y contó increíbles anécdotas de sus días como artista.
En un divertido ida y vuelta con su conductor, Jey Mammon, el cantante contó las complicaciones que tuvo con su nombre cuando comenzó a despegarse de la anterior banda llamada Banana, cómo hizo para componer sus mayores éxitos y qué divertidas vivencias protagonizó en cada rincón del país.
Dentro de este contexto, sorprendió a todos los presentes al relatar los increíbles e insólitos pedidos que recibió por parte de sus fanáticos, en los cuales prácticamente todos querían su voz y su presencia para sorprender a familiares o conquistar a las mujeres de sus sueños.
Fue así como, entre risas y sincero, Banana Pueyrredón contó con lujo de detalles el encargo más inesperado que recibió alguna vez en su vida: “Una vez un tipo quería que yo me pusiera una máscara mía. Y le pregunté por qué y me dice ‘así vos cantás y todo el mundo cree que sos un imitador, pero cuando te sacás la máscara resulta que sos vos’”.
Sus palabras provocaron las risas de los panelistas y del propio conductor, quien le preguntó si le cobró un precio irrisorio por aquella situación, pero César confesó que se negó a hacer lo que le pedía: “No, ni ahí. Le dije que no”.
“Una vez un tipo quería que yo me pusiera una máscara mía. Me dice ‘así vos cantás y todo el mundo cree que sos un imitador, pero cuando te sacás la máscara resulta que sos vos’”
Además, el músico recordó otro caso parecido y decidió relatar cómo fue la nueva propuesta: “Otro me pidió que le cantara a su compañera de trabajo porque estaba enamorado. Me dijo que la otra vez se habían dado un piquito y que quería contratarme para que yo le cantara una canción cuando ella saliera del laburo. O sea, yo tenía que esperarla en la vereda”.
“Estaba bien la idea, pero capaz ella decía 'nada que ver'. Pero cuando le pregunto dónde queda la oficina me dice que en Diagonal Norte y Florida, le dije que no, con todo el quilombo del tráfico y la gente, yo ahí, en el medio de la calle…”, terminó rematando Banana entre las risas de todos los presentes en el ciclo de América.
