Consejo para leer este artículo: antes de arrancar, es preferible desabrocharse el cinturón, ponerse ropa cómoda, respirar profundo y pausado, relajarse, meter las patas arriba de algo, olvidar preocupaciones y dejar los nervios en el bolso, la cartera o el bolsillo de la camisa o el pantalón. Todo lo que haga mal, envenene o sea tóxico, ponerlo a un lado. En pocas palabras, hacer como las famosas. Cuando están tensas o con algún problema que las aflige, ellas se agarran del yoga y al cabo de un rato quedan como nuevas. Así que ya saben. A distenderse, estirar un poco los músculos, buscar el yo interior, acomodar el aire, bucear en las profundidades de la meditación, decir ommmmmmm… y dale que va.
El yoga es una práctica milenaria que nació en la India, según calculan algunos historiadores, en el siglo XVII antes de Cristo. Dos religiones alientan su práctica: el hinduismo y el budismo. Originario, entonces, del Sudeste Asiático, se ha ido desparramando por todo el planeta. Lógicamente, en algunos países se lo tiene más en cuenta, y en otros menos. En la patria farandulera argentina es furor. Veamos cómo y por qué.
Liz Solari no sólo se sienta con las piernas cruzadas y junta las manos contra el pecho. La modelo y conductora televisiva es tan fanática del yoga que hasta escribió un libro: Meditaciones para un viaje interior, que según ella le sirvió para sanar algunas heridas importantes. “Me había ido a vivir a Inglaterra y tenía el dolor muy reciente adentro mío. Ahí conocí a mi maestra y mentora, Cher Chevalier. Cuando uno está listo, el maestro llega. Antes no. La meditación es la unión con lo divino, tu alma conecta con el universo, te calma la mente, nos lleva a la esencia. Yoga me dio un equilibrio que jamás había tenido”, cuenta la rubia, fervorosa devota de esta actividad. En una reciente entrevista con Paparazzi, Verónica Varano también admitió que fue un poco más allá de la simple práctica: se recibió de profesora de yoga y uno de sus sueños para el futuro es poder dedicarse a eso. En otro reportaje publicado aquí, pero hará unos dos meses, Eva Anderson contó que en España, donde está radicada desde que su marido, Martín Demichelis, abandonó el fútbol, hasta dio una clase de yoga para gente grande. “Les hace muy bien a ellos y a mí también, por eso le doy tanta importancia”, señaló la ex prima de Wanda Nara.
Con un puntito en la frente, como solemos ver a la gente cuando las imágenes llegan desde la India, y puesta en posición zen, Sofía Jujuy Jiménez contó su propia experiencia. “A veces es difícil hasta explicar lo que se siente. Se vibra de una manera tan especial que el corazón, en un momento, explota de alegría”, dijo la actual novia de Juan Martín del Potro con su cálido y energético tono de voz.
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En su cuenta de Instagram, Silvina Luna fue otra de las que reflexionaron acerca de las bondades del yoga: “Elevar el estado de vida para traer cosas maravillosas, como paz y felicidad”. Y tomá pa’ vos…
Tratándose de las famosas no podía no existir el “yoga hot”, que consiste en la práctica del yoga en poses realmente llamativas (y algo complicadas para quien no está acostumbrado) con ropa diminuta. Para las chicas, la bikini o las transparencias. Sus cultoras son Nicole Neumann, Calu Rivero, Cande Ruggeri y la inefable Karina Jelinek, que incluso lo han practicado en lugares públicos, como las playas. A ellas les arregla el bocho y a ellos se los hace. Algo así.
Consejo para el final del artículo: si aumentan los precios, si las boletas de la luz y el gas vienen con unos aumentos tremendos, si la guita no alcanza, si el aguinaldo se demora, si los pibes traen malas notas, si el jefe es un malvado, si los agarra un embotellamiento, si su equipo de fútbol no pega una o si andan con mal de amores, acuérdense de esta nota. Y hagan como nuestras estrellas.
Karina Jelinek, Cande Ruggeri, Calu Rivero, Eva Anderson y Nicole Neumann está en la movida.
Vir Da Cunha, relajación en el agua.
Nicole y su duro entrenamiento.
Jelinek, en la playa.
Anderson también lo hace con sus hijas.
Ruggeri y las poses más difíciles.
