Cebollitas irrumpió en la pantalla chica en 1997 y se convirtió en un furor absoluto, por su novedosa propuesta de retratar a un grupo de niños que disfrutaban de jugar al fútbol y todas las vicisitudes que atravesaban. Además de sus recordados clips musicales.
Claro que no todo lo que brilla es oro, porque en las últimas horas Juan Yacuzzi se animó a destapar una olla hermética, que refiere a situaciones violentas que acontecían durante las grabaciones del ciclo, que adquieren un tamiz de mayor gravedad por la edad de esos pequeños actores.
En diálogo con Radio Mitre, el intérprete del personaje Coqui denunció: “Si hoy grabáramos la tira y tuviéramos celulares con las cagadas a pedos y los gritos de los directores hoy no se podría hacer”. Una aseveración fortísima y que causa repudio.
A la hora de describir situaciones puntuales, Yacuzzi narró: “Teníamos mucha presión y éramos chicos de 8 o 9 años. Se escuchaban unos gritos, unas cagadas a pedos terribles, innecesariamente aparte, como si hubiéramos matado a alguien. Si hoy grabaras ese griterío con un celular, hay varios que no trabajarían más”.
En cuanto al accionar de los productores de la tira, el actor detalló: “Algunos que se volvían muy locos y parecía que se desmayaban, se ponían rojos de gritarnos. Tiraban el papel en el piso y se re contra calentaban. Algunos lloraban y todo. Nosotros pensábamos que era algo normal, que te equivocabas con la letra y que te griten. Si yo me entero que a mi hijo un director le grita de esa manera, es para matarlo. No tenía nada que ver. Yo veía a compañeros llorando pasándola mal”.
En lo relacionado con el silencio de esta circunstancia tras tantos años, Yacuzzi expresó: “Te lo puede decir cualquier cebollita. Yo te digo lo que viví en las grabaciones y esto nunca se dijo por miedo a que te llamen más”.
Incluso, Coqui se animó a reconstruir una maniobra horrenda de la producción de Cebollitas y soltó: “Una vez agarraron un cuartito, una sala, y nos encerraron a todos ahí. Los de Chiquititas los llamaban “La Pecera”, y nos encerraron a todos. Imaginate tener a 25 chicos encerrados durante horas, no sabíamos qué hacer”.
