El seleccionado nacional de fútbol vive su mejor momento en muchísimo tiempo. Campeón después de 28 años, recuperó el "romance" con la gente que había perdido a lo largo de semejante sequía. El público se "mata" por conseguir una entrada, Lio Messi está en el punto máximo de idolatría, Dibu Martínez, Rodrigo De Paul, Cuty Romero, Lautaro Martínez o Leandro Paredes son ovacionados hasta por respirar y hasta Angel Di María, otrora cuestionado, ahora es aplaudido. Todo es perfecto, sin embargo...
Lionel Scaloni, para muchos el mayor responsable de este momento excepcional por su simpleza para dirigir y su habilidad para rodear al mejor jugador del mundo al punto de que al equipo se lo llama "La Scaloneta", pasa por un difícil momento personal. En la conferencia de prensa posterior al triunfo 1-0 sobre Perú que estiró el invicto del seleccionado a 25 partidos y lo puso con un pie en el mundial de Qatar, lo dejó en claro.
"Lo primero que quiero hacer es irme a mi casa, que hace mucho tiempo que no veo a mi familia", respondió Scaloni cuando un periodista le preguntó si ya se sentía en el Mundial, que esta vez se jugará en entre noviembre y diciembre, es decir dentro de un año y algunas semanas. Mientras la gente seguía en las tribunas celebrando la victoria, él tenía la mirada un tanto perdida.
Sin ponerse "el casette" como suele suceder con los jugadores y técnicos después de los partidos, Scaloni reconoció cuál era el motivo de su pesadumbre. "No estoy atravesando una situación familiar buena como para estar pensando en el Mundial. Quiero ir. Fueron muy duros estos meses", admitió el dt nacido en la provincia de Santa Fe.
Ante el asombro de los periodistas, que también disfrutaron de una nueva noche mágica del seleccionado nacional (aunque una buena porción del público acusa a una parte de la prensa de boicotear durante mucho tiempo el ciclo de Scaloni), el entrenador no bajó la carga de sus palabras, sino todo lo contrario. "No quiero saber más nada. Hoy se terminó esta triple fecha y ya veremos qué hacemos más adelante".
"No estoy atravesando una situación familiar buena. No quiero saber más nada. Fueron momentos muy difíciles para mi y para mi familia, y no estoy para pensar en el Mundial. Sinceramente, no me interesa en absoluto".
"Fueron momentos muy difíciles para mi y para mi familia, y no estoy como para pensar en el Mundial. Sinceramente, no me interesa en absoluto", cerró Scaloni, contundente como pocas veces. Aunque nadie lo confirmó oficialmente, las versiones indican que gente muy cerca al adiestrador afronta serios problemas de salud y él siente la necesidad imperiosa de estar junto a los suyos. ¡Fuerza, Lionel!
