La celebración en la Argentina del día de la madre disparó una inesperada y fuerte "guerra" de fotografías entre Mauro Icardi y Wanda Nara, pocas horas después de que la rubia dejara "helada" a la farándula al anunciar su separación del delantero y acusar a una mujer (a la que las redes sociales asociaron con la China Suárez) de ser una "zorra" que se "cargó otra familia".
Sin la necesidad de hablar con la prensa, Wanda comunicó su crisis matrimonial a través de las redes sociales, método dospuntocero al que acuden muchos famosos para no tener que dar una explicación acabada a los periodistas. El último caso resonante en el ambiente del espectáculo lo había protagonizado, curiosamente, el chileno Benjamín Vicuña cuando contó que se había separado de la China. Los dos usaron la misma fórumula: una historia de Instagram. ¡Chan!
A las pocas horas empezaron a conocerse las novedades vinculadas a Icardi: el rosarino pidió ausentarse "por un tiempo" de los entrenamientos del PSG (lo que podría tener un importante costo económico para él) y desprovisto de esos compromisos laborales intentó llevar adelante alguna maniobra de reconquista de su ex mujer, que abandonó París y se volvió a Milán.
Allí disfrutaron de la mejor época de la pareja. El jugaba en el Inter y si bien estaba un poco "tapado" por el belga Lukaku y su compatriota Lautaro Martínez disfrutaba las delicias y los placeres de su relación con la ex vedette. Todo marchaba sobre ruedas, pero un día se fueron a París y su vida dejó de ser una fiesta. El último fin de semana se pudrió todo.
Una curiosidad se dio el domingo, cuando el día de la madre llevó al futbolista acusado de infiel a regresar a sus redes sociales, donde subió una imagen de los dos atravesando uno de los viejos buenos tiempos y la acompañó con la frase "te amo". No quedó lugar para las dudas: Icardi está decidido a recuperar la relación con la madre de sus dos hijas.
Pero Wanda parece pensar distinto al goleador. Lo dejó claro otra vez en sus historias de Instagram, cuando posteó una foto de su mano completamente limpia y desprovista de accesorios. Es decir, sin anillo, sin el anillo que compartía con Icardi y que lucía orgullosa y feliz hasta el fin de semana. No sólo eso: también puso "Me gusta más mi mano sin anillo". Tremendo. Contundente. Más claro, imposible.
