Sin duda, a Paula Cháves le “tiran los dulces”. Lleva varias temporadas conduciendo Bake Off, el concurso de pasteleros amateurs de las noches de Telefé, y Paula siempre repite la misma conducta: prueba casi todo. Se tienta ante las preparaciones de las concursantes que, muchas veces, por “sobornarla” o por darle un “gustito”, la dejan picotear diferentes materias primas como así también, le reservan porciones de las elaboraciones con el fin de verla contenta.
Y Paula, chocha de la vida, le da permiso a su costado mas “goloso” y se deja llevar por lo que la tienta, siempre y cuando el jurado del programa haya dicho, previamente, que estaba bien hecho y rico. Tal como consume un poquito de cada cosa, Cháves se animó a confesar que le trajo sus consecuencias pero que, igual, está feliz.
La esposa de Pedro Alfonso contó que, en lo que va de la última temporada, que en los próximos días llegará a su fin, lleva engordados tres kilos, luego de celebrar los siete años de amor con el actor, en medio de un apagón.
“Yo, si el jurado da buenas devoluciones, voy. Si los reta, les dice ´te quedó crudo y todo´, no gasto calorías en una preparación que no está cocida. Igual, te pruebo todo, eh…”, dijo Paula, con sinceridad “brutal”, en el programa de Marcelo Polino, pos-eliminación de un participante.
“Soy bastante golosa. De hecho, empecé con un kilaje y terminé con tres kilos mas, pero feliz. Yo estoy chocha. Siempre hay algunos que me intentan extorsionar, me hacen probar en el medio. Cuando veo el programa y no tengo nada dulce en la alacena, le doy a la mermelada”, confió Chávez, peleada a "muerte" con la China Suárez, por el WandaGate.
Así, más allá de su rol frente a las cámaras, de presentar y llevar adelante cada emisión, Paula también aprovecha su estadía en la carpa donde se graba al programa -que en las próximas semanas será reemplazado por Masterchef Celebrity-, para hacerle honor a su costado mas dulzón.