Marcela Tinayre es una mujer sin vueltas y sin pelos en la lengua. A ella no le vengan con pavadas, quejas, mala cara o “lloritos” por nimiedades, menos cuando es momento de disfrutar. Ni aunque tengas la cara de ángel de la bellísima China Suárez, que cuando tenía 19 se puso de novia con su hijo, Nacho Viale.
Pues bien, invitada en Intrusos, Marcela tuvo que apelar a la memoria cuando le preguntaron sobre su opinión sobre el escándalo en el que quedó involucrada su ex nuera, de quien, parece, no le quedó la mejor de las impresiones tras esos dos años en los que salió con el productor en los que compartió cenas, reuniones y hasta un verano.
"No la conozco tanto a la China. No la sigo, no la tengo. Se acababa de ir del programa de Casi ángeles cuando estaba con Nacho", dijo la hija de Mirtha Legrand, antes de contar la mala impresión que le quedó de ella de cuando la invitó a pasar una temporada en su casa de Punta del Este.
Y claro, como es en la cancha donde se ven los pingos, y la convivencia donde se muestra la verdadera cara, más allá de las máscaras sociales, Marce se encontró con el “lado B” de la China de ese momento: un costado tremenda y constantemente… quejoso.
"Me acuerdo que estuvo en mi casa de Uruguay y ella se acababa de ir y había algo que me llamaba la atención. Era algo que todos los días… Que ´fulano me sacó, que sultano…´”, empezó la mamá de Juana y Nacho.
“Y un día le dije: "Flaca, estamos veraneando, ¡a mí me importa un carajo lo que te pasó! Resolvelo con alguien, ¡pero no toda mi casa va a estar pendiente de esto!", contó que le paró el carro a Eugenia Suárez, lamentablemente sin agregar más detalles, ante la risa del equipo de Intrusos.
"Y así fue… No la vi mucho más", señaló entonces, antes de aclarar que la China no hablaba pestes de la gente de la casa, por que, si no, se armaba. "De mi familia no va a decir nada porque le pongo un shot en dos minutos. Era de la situación, de sus productores, de la gente con la que trabajaba”, indicó.
Y parece que tan poca mella dejó la actriz en el paso por la familia, que este rasgo “quejoso” de su personalidad es lo único que le quedó grabado a la conductora, que se sinceró: "Yo te voy a decir la verdad… Yo me acuerdo de escucharla protestar, pero nunca le presté mucha atención".
