La noche del jueves en Bake Off comenzó de una manera muy particular, y es que los últimos cinco concursantes del reality de pastelería se sometieron a un extraño desafío sorpresa que consistía en preparar una torta galáctica inspirada en el espacio exterior y que presentara diversas formas tanto por dentro como por fuera.
Asimismo, iniciaron la gala a sabiendas de que uno de ellos iba a tener que abandonar la carpa para que se pudieran conocer a los cuatros semifinalistas que se batirán a duelo en los próximos dos programas, y para así también saber quién será el verdadero campeón de esta temporada.
No obstante, mientras estaban cargados de tensión, nerviosismo y confusión, la conductora, Paula Chaves, sorprendió a todos los pasteleros amateurs al confesarles que la producción les había preparado una emotivo regalo para sacarles una sonrisa en una jornada tan compleja.
Fue así como la modelo les informó que no iban a estar solos, sino que iban a contar con la ayuda de sus excompañeros, Ximena, Hernán, Paula, Silvina y Gino, quienes dejaron el concurso a lo largo de las semanas y, al azar, se posicionaron en las islas de cocina para comenzar a colaborar con los que siguen en carrera.
Al verse nuevamente las caras, los concursantes comenzaron a los gritos dentro del estudio de Telefé y se llenaron de abrazos, besos y aplausos, además de que esbozaron sonrisas de oreja a oreja por no solo tener un ayudante ante semejante reto, sino por reencontrarse con quienes pasaron a ser sus amigos.
Asimismo, cada uno de los cinco concursantes tuvo que elegir un delantal que tenía tapado el nombre, y tras agarrarlo entre sus manos, quitaron la cinta y dejaron a la vista el nombre del colega que iba a tener que estar junto a ellos durante la primera hora de elaboración. Este proceso se realizó para que “el juego” sea al azar y no por favoritismo o cariño entre los colegas.
¡Todos felices!
