El Wandagate está que arde, erupciona a cada rato con más información y datos que reconstruyen toda esta historia truculenta, en la que la China Suárez se lanzó a jugar con Mauro Icardi, más allá del matrimonio que mantiene con Wanda Nara.
A todas las novedades, como la ratificación de la propia María Eugenia sobre que existió la noche de encuentro con el delantero en el hotel y que no pasó a segunda base por una dificultad física del futbolista, ahora se acoplan más pormenores.
En las últimas horas tomó relevancia la injerencia de Paula Chaves y Zaira Nara en la trama, por su amistad con la China, porque todo esto adquiere un tamiz de mayor escozor por los vínculos preexistentes. En ese sentido, Yanina Latorre explicó: “Todas las desconfianzas de Wanda empezaron mucho antes del fatídico sábado donde sube la historia. Cuando empieza todo esto, Wanda le dice a Zaira y ella es la que le cuenta a Paula Chaves”.
De hecho se conoció hasta el llamado de la conductora de Bake Off a Suárez, así lo describió la panelista de LAM: “Paula le deja un audio a La China preguntándole cómo se había metido ahí, 'la conocemos, es amiga, tiene cinco pibes' y ahí, la China rápida, le reenvía ese audio a Mauro para que se entere de que estaban desconfiando y que ellas ya andaban averiguando”.
Lejos de sentir un poco de incomodidad o tratar de recalcular si su accionar era el correcto, parece que María Eugenia redobló la apuesta y siguió adelante con su relación clandestina con Icardi. Al punto que la China le respondió con mucha arrogancia a Zaira y Paula: "Yo soy libre y a mí esto no me importa".
Impresionante revelación de la postura que adoptó en todo este entuerto la ex de Benjamín Vicuña, claro que no es la única culpable, en todo caso el mayor peso de responsabilidad recae sobre Icardi, quien casado con Wanda continuó con su deseo de conquistar a la actriz.
