Mensajes hot, decenas y decenas, intercambios de fotos y videos y promesas durante meses. El clima ganó en temperatura, la previa de la infidelidad calentó motores en los ratones de Mauro Icardi y la China Suárez, quienes pergeñaron un plan para matarse en una noche de hotel, a escondidas de Wanda Nara.
El delantero reservó una habitación en un lujoso alojamiento en París, María Eugenia se subió a un avión para volar de Madrid a la capital francesa. Estaban todas las condiciones para concretar la fogosidad, para entrelazarse en los elixires de la pasión y el engaño.
Todo esto saltó a la luz, y principalmente de la boca de los protagonistas que se encargaron de regar de datos a los medios de comunicación. Claro que la parte más álgida, que refiere al encuentro físico todavía se mantiene en un misterio. La propia Wanda le perjuró a Susana Giménez: “Él dice que no pasó nada”.
Por otra parte, la primera información refería a un estado febril del futbolista, hasta que surgió otra más picante, cuando narraron la conversación de la China con Nara: “No estuvimos porque a tu marido no se le paró”. Impresionante.
Ahora hay otra versión, que nace del rincón de Icardi, en lo que suena a una justificación a su dificultad de avanzar a segunda base con María Eugenia. Resulta que Ángel de Brito leyó palabra por palabra lo que le escribió Mauro: “Me dice ‘cuando la vi me quise morir.’ ¿Por qué? Parece que lo apuró demasiado en esa situación”.
Hasta que el conductor de LAM explotó la bomba, la excusa vil y de poco caballero, que suena a mentira, de la razón que le impidió abalanzarse sobre la fisonomía de la China en esa cama caliente de París: “Había otras cosas en el entorno que complicaba la situación. Según cuenta Mauro había cosas que a él no le cerraban en esa habitación. Olores, no feos, algún olor que le molestó”.
¿En serio Mauro Icardi? El mismo que plantó la semilla de la infidelidad, que coqueteó y sedujo a la China ahora trata de instalar un pretexto de su accionar tirando una teoría muy fuerte. ¿No sería más correcto hacerse cargo del error?