Considerada por todo el ambiente farandulero como la "primera víctima" del raid sentimental de la China Suárez, Eugenia Tobal rompió el silencio y después de mucho tiempo habló de ese momento que le partió la vida en dos: un día era la mujer de Nicolás Cabré. Al otro, era la ex del galán, que la dejó para irse con la actriz. Poco antes había transitado el infinito dolor de perder un embarazo.
Aquel fue un escándalo de ribetes similares al que ahora protagonizan Wanda y Mauro Icardi y al que también sufrieron Pampita y Benjamín Vicuña. Todos con un denominador común: en el medio, enredándose con hombres comprometidos, con toda su belleza, todo su misterio y todos sus encantos...la China Suárez. Ese "prontuario amoroso" le valió el mote y la (des)calificación de "robamaridos".
Sentada en LAM y después de hablar un buen rato de su próxima aventura profesional, que arranca la semana que viene en las tardes del 13, y de repasar su actualidad como pareja de un adiestrador canino y como mamá de Ema, que ya tiene 2 años y le llena el alma y el corazón de alegría, Tobal se metió de manera indirecta en un tema que seguramente hubiera preferido evitar.
"Estuve dos años sin tener sexo. Ay, chicos, yo era una piltrafa humana. Había quedado muy flaquita".
¿Cómo fue? Tobal le dijo a Cinthia Fernández que tenía un candidato interesante para presentarle. "Mirá que hace dos años que no tiene sexo", le avisó Angel de Brito. "¿Y qué tiene? Yo pasé por un período similar. Casi dos años", se solidarizó la actriz. "¿En qué momento?", le preguntó De Brito. "Cuándo tuve que hacer una sanación por algo que me había pasado", respondió ella. Pía Shaw quiso saber si "¿No te permitías nada, conocer a alguien, una salida?" y Tobal fue contundente: "Ay chicos yo era una piltrafa humana. Había quedado muy flaquita".
Obviamente, todos entendieron de qué momento hablaba y la ametrallaron a preguntas sobre La China, Wanda y Pampita. Entonces aclaró que "por respeto a mi familia, a mi hija, a mi pareja y a mi actualidad, prefiero no hablar de este tema", aunque reconoció que "logré sanar los dolores y no vivo en el resentimiento". Cuando le preguntaron si pudo perdonar a la China y a Cabré, contestó "no soy quien para perdonar, yo también fui parte de la historia". Además, estimo que su colega "ahora está más grande, creo que entiende las cosas", aunque desmintió que la haya encarado: "nunca hablé con ella", dijo.
"Me hicieron daño, sin duda. Claro que sí. Yo había perdido un embarazo y fue una situación muy dura".
Por otra parte, sorprendió al decir que "trabajaría sin problemas con los dos, sí, recontra, lo que no sé es cómo se llevan entre ellos" y al asegurar que desde que se separaron con Cabré "no volví a hablar con él". Y aunque insistió con que había sanado, con que las cosas ya habían pasado y con que vive en otro plano determinadas situaciones ("después de perder a mi mamá, todo me parece una pavada", expresó) abrió un poco su corazón y admitió que "me hicieron daño, sin duda. Claro que sí. Yo había perdido un embarazo y fue una situación muy dura. Tanto que me costó dos años sin tener sexo". Recién allí volvió a esbozar una sonrisa.
