Floppy Tesouro intentó apostar nuevamente por el amor, por abrir su corazón tras la dolorosa experiencia de culminar el matrimonio con Rodrigo Fernández Pietro, el hombre que la cobijó, la conquistó y la estimuló a convertirse en madre de la bella Moorea.
La mediática lamió sus heridas, reflexionó, procuró tomar aprendizajes de esa circunstancia de la vida y sintió un flechazo por Ezequiel Pereira, un joven empresario gastronómico, que se destaca en Buenos Aires por la instauración del reconocido Presidente bar, un local de moda.
Tesouro se animó a gritarle al mundo que estaba enamoradisima, así se exhibió embelesada de su nueva pareja en Miami, con diversos contenidos en sus redes sociales, en los que se percibía la conexión que los unía, esa emoción intangible pero sólida.
Claro que más allá del sentimiento, del respeto y de la elección había una arista siempre complicada entre ellos. Pereira trabaja muchos meses del año en el exterior, por eso su cotidianidad se tiñe por viajes constantes por diferentes puntos del planeta.
Esa condición que en un primer momento le aportaba adrenalina a la historia de amor, con el tiempo se reconfiguró en una complicación. Floppy padecía esa lejanía enorme, esa distancia insalvable con su novio, porque a pesar de la decisión de mantener el vínculo, los miles de kilómetros tallan.
De hecho, el propio empresario explicó hace unos días en una entrevista con Revista Noticias: “La distancia no es fácil, pero tratamos de vernos cada 20 días. En ese momento que se dio sabíamos cómo eran las cartas y así fue”. Así como aseguró que no puede vivir en Argentina por sus compromisos laborales.
En todo este contexto, Tesouro decidió festejar la Navidad en compañía de su exmarido. Sí, la bailarina optó por darle a su pequeña la posibilidad de vivir una noche de emociones con su mamá y su papá. Esto activó las alarmas y motorizó las investigaciones. "Se le juntó todo, pobre. Fue horrible el momento que pasó. Pero ya está mejor", dijeron sus amigas.
Así que la residencia en diferentes países, la necesidad de criar a su solcito en suelo argentino incidió y estimuló la decisión adulta de separar sus caminos. Floppy y su nuevo novio ya no cultivan el amor a la distancia, por lo que será momento de barajar y dar de nuevo para la mediática.