A comienzos de semana sorprendió la noticia de la separación de Gisela Bernal de Eros Medaglia, a tres años de casados, en Italia. Con una relación que pareció estabilizada y la excelente relación del jugador de fútbol con el hijo de ella, Ian, nada daba a entender que la pareja se terminaría.
Pero se conoció los detalles de su final a partir de unas fotos que le llegaron al periodista Pablo Layús y que le generaron dudas. Porque en las imágenes se veía a Gisela, que está de regreso al trabajo después de varios años, muy cerquita de otro hombre.
Las versiones hablaron de que, a esa persona, a la cual muchos apuntaron como su nuevo amor, Bernal la estaba esperando hacía días. Y que tenía que llegar desde la provincia de Santa Fe a Córdoba, específicamente a Carlos Paz, donde Gisela está haciendo temporada teatral con Stravaganza.
El chico llegó y algún indiscreto le hizo suspicaces imágenes con Bernal en una pileta, al sol, hablándose muy cerquita y con gestos de cariño. Incluso, en una de las fotos parece que ella se le está acercando para darle un beso.
A partir de conocerse esas imágenes es que Gisela, quien había asegurado que Medaglia no pisaría la villa serrana durante y enero y febrero por trabajo, blanqueó que estaba separada, que el vínculo con su esposo se había terminado, aunque no descartó la posibilidad de una reconciliación.
"Hace más o menos un mes que estamos separados. Fue una decisión mutua. Tenemos la mejor. Seguimos hablando porque también está Ian. Ellos tienen un vínculo maravilloso y no quiero que se corte. Somos y seremos siempre una familia", confió la bailarina.
Sin embargo, el “fantasma” de las postales con otro hombre siguió dando vuelta. Y Bernal aclaró el contenido y trasfondo de las mismas. "Es un amigo de muchos años. Se ve que me estaba yendo y lo estoy saludando. Yo estoy sola y muy tranquila", dijo la experta en danzas a Primicias Ya.