Las emociones borbotearon en su interior, un cúmulo de sensaciones transitaron por sus entrañas por el magno desafío que se le presentó en el recorrido. Flor de la V experimentó un debut ansiado como guía de Intrusos, tras la salida de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares.
La actriz tomó las riendas del histórico programa, que ya atravesó la barrera de los veinte años al aire, y se exhibió al natural, con la confesión de los nervios que corrían en su torrente sanguíneo. Claro que no se imaginó un estreno con semejante cruce.
Resulta que en ese primer capítulo de Flor en el ciclo, Susana Giménez le lanzó un ninguneo muy fuerte, una negativa a saludarla y augurarle un buen comienzo en esta etapa. La diva fue abordada en Uruguay por el cronista de Intrusos y lejos de acudir a un mensaje protocolar encendió la mecha.
Ante el pedido de Gustavo Descalzi de unas palabras amenas para de la V, Susana reaccionó con ímpetu: “No, no... no me importan los programas que hablan mal. Si vas a hablar bien estás perdonado de entrada, después de que se vea te digo lo que pienso”.
Durísimo. Un escenario complejo de sortear para Flor, que encontró el mecanismo para surfear por este episodio picante. ”Yo voy a decir una cosa: Susana te hablo de colega a colega. No sé qué habrá pasado en otra gestión pero yo en esta silla soy nueva”, exclamó la animadora.
Hasta que Flor esgrimió la promesa al aire de que jamás se referirá negativamente sobre Giménez, por eso expresó: “Te voy a decir algo mirándote a los ojos, en este programa yo te voy a cuidar siempre, siempre”.
Y para ratificar su pensamiento, la conductora de Intrusos aclaró que no se responsabiliza por la tirantez que haya existido con Pallares y Lussich y sostuvo: “Lo que haya pasado en el pasado no sé, no me consta, no me hago cargo. Acá te bancamos porque sos la diva máxima de este país. Sos, fuiste y serás la única”.
