Más que peligro de gol, lo que hay en ESPN es otro tipo de riesgo: vinculadas las dos con el humorista Martín Bossi, según todos uno de los más grandes seductores de la farándula argentina, las periodistas deportivas Alina Moine y Morena Beltrán no pueden ocultar en cámara que tienen poca onda.
La semana pasada, trascendió en Intrusos la versión de que Morena Beltrán, para muchos la muchacha del momento en ese segmento de canales que "hablan de la pelotita" y que incluye además a TyC y a Fox Sports, había empezado un "arrollador amor a primera vista" con Bossi, quien desarrolla su temporada teatral en Mar del Plata.
Ya en ese momento el ascendente periodista Juan Etchegoyen anticipó que el rumor "puede generar una guerra entre periodistas y señales deportivas, porque las dos trabajan en el mismo canal". En esa instante estaba haciendo un enigmático. Después, cuando reveló los nombres, se supo que se trataba de Alina Moine y de Morena Beltrán.
En el video, Morena Beltrán le hizo una pregunta a Alina Moine, que contestó pero no a ella, sino al Pollo Vignolo en una evidente ninguneada. El gesto de incomodidad de Morena fue evidente y contundente.
El año pasado fue el nombre de Alina el que circuló alrededor del nombre de Bossi. Incluso, los dos estaban juntos en Miami cuando sucedió el derrumbe del accidente que por milagro no le costó la vida a Nico Vázquez y Gimena Accardi. Dijeron que viajaron "como amigos", pero nadie les creyó. Siempre se dijo que entre ellos había "algo más".
Rápida de reflejos, la gente reaccionó en las redes sociales y recordó un momento de altísima tensión que protagonizaron ambas antes de que trascendieran los rumores. La pantalla estaba partida en dos, con el rostro de ellas en primerísimo plano. Morena, cuyo vertiginoso ascenso habría despertado algunos celos en Alina, estaba hablando de unos partidos de la selección y le hizo una pregunta a la rosarina, quien en su momento fue fuertemente vinculada con Marcelo Gallardo, el técnico de River.
Alina dio su respuesta, pero en el medio de sus palabras le habla al Pollo Vignolo y no a Morena, quien hace un evidente gesto de desagrado ante la tremenda ninguneada que se había comido por parte de su compañera, que la ignoró olímpicamente y se dirigió al conductor del programa. La reacción fue clarísima. Ahora, claro, la gente ató cabos y relacionó un hecho con el otro para confirmar que entre ellas está todo mal. No más pruebas, señor juez.