La catástrofe que golpea a la provincia de Corrientes mantiene a la sociedad en vilo, así como activa la reacción de una enorme solidaridad de miles y miles de ciudadanos que acercan donaciones con el objetivo de paliar los efectos de los incendios forestales.
La fuerza arrolladora del fuego arrasa con miles y miles de hectáreas, lamentablemente está devastando más de un diez por ciento del territorio total de esa provincia del Litoral argentino, por lo cual moviliza a una oleada de personas que se arremangan para ayudar con la causa.
De ese modo, voluntarios de distintos puntos del país se acercaron a las tierras correntinas, así como un sinfín de organismos estatales y cuerpos de bomberos de todos los puntos cardinales de la Argentina. Claro que también abrió un debate profundo.
La respuesta no es del todo satisfactoria para paliar los incendios, eso provocó que se analizara la capacidad de reacción para estas tragedias del Estado nacional. Una discusión muy compleja, que también se tiñe por las diferentes posiciones políticas.
En todo este contexto, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, armó un tuit peculiar, en el que ponderó que tomó la decisión de golpear las puertas de la administración de Estados Unidos. “Puesto que la provincia necesita de más recursos para superar la Emergencia Ígnea que atraviesa, solicité la colaboración de Estados Unidos a través de su embajador en Argentina, Marc Stanley”, posteó el político.
Ante este particular mensaje, que pareciera esconder una crítica solapada al gobierno argentino, apareció una intervención del periodista Diego Brancatelli. El panelista de Intratables le comentó con una filosa concepción: “Más cipayo no se consigue”.
Ese posteo le valió a Brancatelli un tsunami de críticas en las plataformas digitales y consiguió que su nombre se transformase en tendencia en Twitter, ya sea con posturas de apoyo, como de cuestionamiento.