Esta semana, después de tres años de calvario, Julieta Prandi logró que la jueza Marcela Silvia Rama valide lo que ella y sus hijos padecían en manos de su ex, Claudio Contardi, quien a fines de 2021 había obtenido la restitución del vínculo con los chicos por el juez Hernán García Lazzaro.
Desesperada porque la Justicia no la escuchaba, Julieta contó todo en una entrevista con Alejandro Fantino y, poco después, el juez se apartó de la causa y ella al fin obtuvo un fallo favorable.
“Son dos meses de suspensión del régimen de visitas, más la perimetral, ahora viene la cámara Gesell y hay que exigir que se ejecuten los alimentos, él pasa cuando tiene ganas, un 20 por ciento de la cuota (que son 20 mil pesos) Me debe más de 3 millones de pesos”, contó Prandi en Intrusos,
La conductora comentó cómo Mateo y Rocco se tomaron este avance: “Desde que les conté que hubo esta suspensión, están felices. Están más tranquilos. Porque hasta ahora no había papel que los resguardara, entonces ellos sabían que si aparecía el padre iba a haber un tironeo violento”.
Asimismo, señaló la importante decisión que tomó el mayor, que ya tiene 10 años. “Mateo me pidió cambiarse el apellido y ese paso se va a dar este año, porque ya puede hacerlo. Lo tiene recontra decidido, es uno de los próximos pasos”.
En cuanto su hijo el menor, de 6, Juli señaló que cree que “va a ir por el mismo camino”. Muy aliviada con la resolución de la nueva jueza, la novia de Emanuel Ortega recordó lo duro que fue transitar con los chicos un sinfín de situaciones de pesadilla, violencia y abuso con su ex.
“Me tocó atravesar la angustia de ver a mi hijo mayor, cuando no quería irse de casa para ir a lo del padre; se empezaba a sentir mal y volvía muy angustiado y lloraba. Muchas cosas pasaron en esa casa, Mateo se animó a contarlo mucho después, porque estaba amenazado”, explicó.
Y señaló que desde esa nota con Fantino todo cambió: “Tal vez porque yo perdí completamente el miedo. A mí me genera mucha vergüenza tener que exponerlo, pero no me quedó otra, porque la Justicia no me escuchaba”.