Barby Franco se instaló en el medio, desde sus orígenes remotos como una azafata de los programas de Guido Kaczka hasta la actualidad, en la que construyó su propio camino, con participaciones en diversos éxitos en la pantalla chica.
La modelo nunca abandonó su perfil de sus comienzos, más precisamente de su crianza, que distó de los lujos actuales que disfruta con la pareja que edificó con Fernando Burlando. La bailarina no oculta las enseñanzas de la vida.
En ese sentido, en las últimas horas abordó una temática muy sensible, que se centra en el lazo poderoso con su madre, Verónica, esa mujer que la apuntaló, que siempre la estimuló a perseguir sus sueños y estudiar danzas y todo lo que se le ocurriera.
En un feedback con usuarios, Barby abrió las puertas a una anécdota impresionante con su progenitora, que se remonta a un regalo muy costoso, a un obsequio para agradecerle todo lo que siempre le brindó su mamá y que llamativamente terminó en un desenlace imprevisto.
Un follower encontró a Verónica en pleno viaje en colectivo y capturó el momento con una foto y le escribió a Franco sobre esa actitud tan loable de continuar con el transporte público. Eso activó en la memoria de la modelo esta experiencia increíble.
Así, Barby confesó el extraño destino que le otorgó su mamá a ese presente tan importante y valioso: "La Vero es lo más. Una vez le regalé un auto... ¡y lo vendió!”. Impresionante revelación, que pinta de cuerpo entero los valores de la madre de Franco.
Y en ese plan de referirse a Verónica, la pareja de Burlando graficó el vínculo precioso que las une: "Nos llevamos muy bien, somos muy unidas, es el ser más maravilloso que conocí en mi vida. Desde que tengo noción nunca perdió la calma, nunca nos peleamos (jamás). No sé lo que es pelearse con una madre. Aparta nos c... de risa. ¡La amo!".