Hace unas semanas se desperdigó con fuerza inusitada una novedad en torno a Paloma Ortega, la segunda hija de Guillermina Valdés con Sebastián Ortega. Los indicios que soltó en sus redes sociales activaron una oleada de tratamiento en los portales.
Resulta que la adolescente posteó una serie de fotos de una producción que llevó a cabo en torno a su pasión por la lente y esas imágenes se centraron en una mujer, una amiga muy especial. Las postales tenían como protagonista a Ana Mir Bertone.
Paloma eligió una descripción muy potente de la joven: “Mi beba”. Esa frase permitió elucubrar respecto a un vínculo que traspasa la amistad y de ese modo todos los medios comenzaron a investigar respecto al origen de este lazo afectivo con la hija de Lalo Mir.
Los allegados describen que la adolescente prefiere evitar las noticias sobre su noviazgo, y hasta el momento no se expresó públicamente, ni para corroborar el vínculo amoroso, ni para desmentirlo. Evidentemente, su mente no se limite a las etiquetas rígidas.
En todo este contexto, Guillermina expresó su pensamiento, su postura ante la personalidad de Paloma y sostuvo: "Amo su libertad y capacidad de ser ellas mismas sin darle entidad a las miradas de otros y otras". Toda una declaración de apoyo incondicional.
Ahora llegó una nueva prueba sobre el noviazgo de la joven Ortega y la hija de Lalo Mir. Resulta que Paloma posteó una foto muy íntima en su Instagram, en la que se ve a Ana en el asiento del acompañante del auto, en una de sus salidas para entretenerse.
Lo contundente en todo esto se vincula con las palabras que eligió la hija de Valdés, dado que escribió sobre la instantánea de Mir: “El amor”. Dos palabras con enorme significancia, que ratifica que las une un sentimiento poderoso y que se eligen para esta etapa de la vida.
Evidentemente, Paloma vibra alto en compañía de Ana, así se las ve risueñas, compinches, muy divertidas en todo tipo de situación, ya sea en un patio de la casa, como en una actividad en la vía pública.
