El amor se disipó, se esfumó o al menos se transformó en una emoción más liviana, con menos sustento. Jorge Rial ya no camina a la par con Romina Pereiro, la mujer que eligió para casarse en 2019. La ruptura ya alcanzó un tamiz público de exacerbada visibilidad.
Desde que surgieron los rumores hasta la oficialización del creador de Intrusos se han disparado cientos de teorías y principalmente brotaron a la luz ramificaciones impresionantes, que construyeron debates, controversias y salpicaron a otras personas.
En ese maremoto de información, Yanina Latorre saltó a Twitter, cuando todavía no había debutado el nuevo LAM, para asegurar que el creador de Intrusos entabló un romance con Alejandra Quevedo, una periodista de C5N. De hecho, la blonda aseguró que se encontraban a la medianoche en el Palacio Cabrera.
La comunicadora signada como una conquista de Rial armó un descargo en sus redes sociales, así como negó rotundamente todas las versiones en su participación en Instalate, el ciclo de América. Mismo camino que tomó Jorge para desmentir esa posibilidad.
No obstante, Yanina redobló la apuesta, convencida de sus fuentes aseveró que la conexión existe y este lunes reveló que Rial y Quevedo tenían planificado un viaje a Los Ángeles. Y como si fuese poco, la panelista arrojó una teoría explosiva sobre la reacción de Pereiro.
Latorre bramó al aire de LAM: "Quevedo y Jorge venían con este vínculo que tenían desde hacía unos meses hasta que salta públicamente. Ahí tuvieron que ponerle paños fríos por el enojo de Romina".
Así se sumergió en el traslado actual de Rial a Estados Unidos, en lo que supone se enmarca en unas negociaciones de trabajo y contó que Pereiro puso el grito en el cielo. "Estando separados, Romina se enojó... vieron que en una separación siempre hay uno que quiere separarse más que el otro. Ahí dejaron de verse, cortaron con las visitas nocturnas... iban a hacer un viaje juntos pero lo cancelaron cuando saltó todo esto".
A partir de la información vertida por la esposa de Diego Latorre, Jorge invitó a Quevedo a esta travesía a Los Ángeles, incluso le había sacado un boleto en el avión, hasta que Pereiro intercedió para exigirle que no se concrete esta aventura romántica.