El amor no se racionaliza, no se comprende, ni se desmenuza, simplemente sucede. No existen mecanismos para entenderlo, por lo cual es menester disfrutarlo y celebrarlo. Así lo experimenta Paola Krum, que a los 51 años luce radiante y maravillada con su presente.
La actriz se prepara para el estreno de El primero de nosotros, la ficción que emitirá Telefe en el prime time, en la que forma parte de un elenco poderoso junto a Benjamín Vicuña, Luciano Castro, Mercedes Funes, Damián De Santos y Jorgelina Aruzzi.
Claro que en ese raid de promoción, Paola despertó la atención de varios medios y así se posicionó el foco en su plano personal. Un aspecto de su vida que ahora la tiene entusiasmada, y totalmente embelesada, por el noviazgo que construyó con Iván Gil Espeche.
Pero no se trata de una pareja simple, sino que engloba una historia, una trama maravillosa, dado que hace 25 años fueron novios, cuando los dos compartieron una obra de teatro de Pepe Cibrián. En ese contexto, brotó el sentimiento, que luego se diluyó.
El tiempo los volvió a cruzar y a fines de 2019 le dieron rienda suelta a una segunda oportunidad, que marcha viento en popa y que los eleva a un estadío de mucho bienestar y felicidad. Así andan, caminando por las nubes y armando las agendas para encontrar tiempo para la pareja.
En cuanto a la dinámica actual del noviazgo, con la multiplicidad de obligaciones y los hijos de cada uno, Krum contó: "Hay momentos que son más difíciles los encuentros porque él tiene dos hijos y yo tengo una hija pero la verdad es que tenemos la suerte de que nuestros hijos se llevan espectacular. Entonces los encuentros familiares son preciosos".
En ese diálogo con Revista Gente, la bella, y talentosa, actriz también se sumergió en la temática del futuro, de los planes que podrían idear con Iván. Sin tapujos, Paola se concentró en el presente: “No estamos proyectando nada que no sea lo que estamos viviendo la verdad”.
Como resumen de lo que experimenta con Espeche, ese mismo hombre que la enamoró hace 25 años, la artista definió: “Vivir el día a día con intensidad, felicidad o con los conflictos que vayan surgiendo pero no hay un paso planeado".