Invitado al diván de Corta por Lozano, Luciano Castro reconoció que a pocas horas del debut de El primero de nosotros ya abandonó el grupo de whatsapp que integraban todos los protagonistas de la nueva ficción de Telefe. Pero en medio de ese contexto, entre risas y bromas, abrió su corazón y habló de sus sentimientos.
El disparador para que el galán reconozca que se pone una coraza pero que en el fondo es sensible tuvo que ver con un tape que la producción del programa le puso al aire donde su pareja, Flor Vigna, en cuanto a su personalidad, remarcaba: “Se hace el duro, porque se pone ese caparazón. Sos una canillita de amor”.
Al regresar al piso, Castro amplió: “Nuestra relación está basada en el diálogo porque venimos de relaciones largas. Queremos algo distinto, hablamos mucho y nos conocemos de inmediato. Exagera y tiene plus porque está enamorada. Me reconozco que intento ayudar”.
Y siguió: “Ustedes me conocen. No soy tampoco un ogro, esto que dice ella de un personaje, de la coraza que me pongo, son artilugios para zafar, para ir para adelante. Prefiero que digan: Uy, uy, por ahí. A que me vengan a hablar y no saber qué hacer”.
Sincero, y manifestando como nunca antes sus verdaderos sentimientos, su personalidad y manera de enfrentarse en la vida, Lucho agregó: “Es medio berreta, bastante. Pero, bueno, lo hago. ¡Qué se va a hacer! Hago miles de cosas peores, también”.
"No soy un ogro. Lo de la coraza que me pongo es un artilugio para zafar, para ir para adelante", reconoció el actor.
Fue entonces que Vero Lozano interrumpió para traer al living la frase de su novia, quien lo definió como una canillita de amor. A lo que Castro amplió: "Eso es porque le empiezo a decir cosas lindas y me dice: Pará, canillita de amor. Son todas cosas del enamoramiento".
Sin dudas, Luciano y Flor viven una hermosa e intensa relación, la cual, lejos de guardar y reservar hoy eligen compartir con el público y manifestar sus sentimientos sin prejuicios.
