El amor brota desde lugares mágicos, e inesperados, para transformar todo. Natalia Lobo es un fiel reflejo de ese hechizo intangible, porque hace cinco años encontró al hombre de su vida, cuando nada lo avizoraba.
La actriz sintió un flechazo maravilloso, que se solidificó en 2020 con el enorme paso de convivir con Ariel Polaco, esa alma que eligió para caminar juntos a la par. En la cuarentena más estricta, el profesional del comercio exterior le ofreció casamiento.
Esa boda se transmutó en una realidad este sábado, con una ceremonia y celebración muy especial, por el contexto de la naturaleza. Con el sol radiante, Natalia caminó al altar en el Booting Club, un predio gigante ubicado en Beccar, con salida directa al río.
De hecho, la ex modelo arribó al evento al borde de una lancha desde un canal, con su vestido blanco precioso, parada en la proa y ante la mirada de todos los invitados, una entrada increíble, que se escapó de las normas habituales.
Con la sonrisa a flor de piel, con las emociones que brotaban de sus poros, Lobo lució un atuendo extraordinario que le diseñó de manera personalizada el afamado Benito Fernández. Justamente, el hombre de la moda se encargó de postear varias imágenes de todo lo que se vivió en esa tarde de amor y compromiso.
Natalia confesó que jamás había percibido el deseo de caminar por el altar, pero que algo cambió con el aterrizaje de Ariel en su vida: "Nunca me casé y con él fue la primera vez que lo pensé, a las pocas semanas de empezar a salir".