Apoderada por el miedo, por la angustia de sentirse insegura y vulnerada en su propia casa, la China Suárez se lanzó a recorrer diversos hoteles para escapar del barrio privado en el que reside y donde construyó una propiedad a su gusto, tras diversas remodelaciones.
Toda esta trama se abordó en Socios del espectáculo, donde Luli Fernández describió el panorama de María Eugenia: "Se habla de una casa de millones de dólares, pero no es una casa que salió tanto como se cree. Es una casa que había que remodelarla, que tenía problemas edilicios. Y ella está costeando todas esas refacciones".
En ese interín, Rodrigo Lussich puso el dedo en la llaga y trajo a la mesa las teorías que vinculan a esta adquisición inmobiliaria a unos préstamos de Benjamín Vicuña. "¿Lo está haciendo con plata suya o la que le prestó Vicuña? Se dijo que él le prestó mucha plata y que no se la devolvió", expresó el conductor.
Así, Luli sacó a relucir datos fehacientes del semblante de María Eugenia ante las versiones que sobrevuelan en los medios: "Ella está furiosa con toda esa información que circula porque se habló tan livianamente de estos supuestos 100 mil dólares, que siente que es una sirena, una alarma, un 'vénganme a robar'".
Con mucho tino, Karina Iavícoli intervino para aportar una visión coherente, que se basa en que la propia China se encarga de divulgar constantemente las beldades de su casona. "La que expone todo el tiempo su casa es ella. ‘Ay, me compré un inodoro’. Está mostrando todo el tiempo cada centímetro cuadrado de la casa", sostuvo.
En el flagor del debate en el programa de eltrece, la panelista volvió a reforzar su pensamiento, esa especie de crítica contra la ex de Nicolás Cabré y bramó: "Ella expone su intimidad y es un llamador para los que se dedican a esto (a robar)".