Fede Bal atravesó un duro momento tras ser diagnosticado con un tumor de Colón. El actor hizo tratamiento de quimioterapia y de rayos y evitó una cirugía por sus buenos resultados. Curado, compartió en qué lo cambió su vida y pensar la dura enfermedad.
"A veces cuando me lo dicen, un poco me emociona. Yo también lo veo y lo siento así. A veces me emociona pensar en de dónde vengo y en las cosas duras que me pasaron. Vivir no es fácil, es duro pero al mismo tiempo es tan lindo", comenzó Fede, en diálogo con el noticiero de los mediodías de El 13.
"Mi enfermedad es lo que vino también para enseñarme un montón de cosas, entender que estaba viviendo mi vida al revés. Había cosas a las que le estaba dando importancia y preocupándome por otras que no tenían sentido. Empezás a ver que la vida va por otro lado y creo que es lo te pasa cuando le ganás a una enfermedad".
"Tuve cáncer en el Colon como lo tuvo mi viejo, mi abuelo, es hereditario. Mi abuelo lo tuvo a los 50, mi papá a los cuarenta y yo a los treinta, se ve que en mi familia se despierta cada vez más temprano. Me venía sintiendo mal y pateaba los estudios porque, tal vez, no quería recibir esa noticia", recordó Bal, sobre uno de los momentos más importantes que había atravesado hasta ese momento.
"Era un poco hipocondríaco, cambié todo eso... Ahora soy cero hipocondríaco. Cuando empezás a conocer el dolor real, ya no te duele más la cabeza, la panza ni la espalda. un día de cansancio de trabajo ya no hay más dolor. La escala de dolores va cambiando", reconoció Fede.
"Ese es el proceso de empezar a ocuparse de uno. Hay que ser egoísta en la vida. Hay momentos para todo y momentos de ocuparse al 100 por ciento de uno. Me volví muy consciente de que estamos de paso... Yo me sentía invencible", confió Bal, sobre sus creencias.
"Esta profesión a veces es muy dura y competitiva. ¿Por qué ese está más adelante que yo o por qué este cartel no está como yo quiero? Me empezó a importar nada. Empecé a ser feliz con cositas. Hay pilares básicos que son los afectos, la companía y vos y tu soledad", compartió Fede.
"Hacer el tropezón es lo mejor. no hay nada más lindo que reírse de uno. El tropezón no es caída pero tiene que ser un tropezón y que lo admitas como un tropezón. Que lo abraces, que lo entiendas, que le pongas un nombre y que lo dejes ir", reflexionó Bal, sobre lo que hizo con el cáncer que superó.