Después de meses de guardarse de hacer declaraciones públicas sobre todo lo que pasó con Mauro Icardi, a la China Suárez no le quedó otra que enfrentar los micrófonos otra vez, en su paso por los Premios Platino. Con su mejor sonrisa, la actriz dio notas y no esquivó temáticas.
Tampoco, cuando desde la revista Hola le preguntaron sobre la tremenda exposición mediática que vivió cuando estalló el escándalo del Wandagate, asunto que salió en todas partes y que repercutió profundamente en su cotidianidad, aunque, según dijo, sus hijos estuvieron ajenos.
"Mis hijos son muy chiquitos todavía, así que por suerte no se enteran de nada de eso", aseguró Eugenia, que es mamá de Rufina Cabré, de 9 años, Magnolia y Amancio Vicuña. Ella, sin embargo, admitió que todo lo sucedido con Icardi y sus interminables repercusiones la afectaron.
"Se sufre, se sufre mucho. Aunque parezca que una puede con todo, se sufre", aclaró la actriz, que eligió ir a la ceremonia acompañada de un amigo que tuvo un rol clave en este último tiempo: Mancha Latorre, desde cuyo celular le mandó el último mensaje a Icardi. Un gesto que fue interpretado como una gran provocación.
Y cuando le preguntaron a la ex ATAV si se arrepentía de lo que había pasado con el jugador del PSG, con quien llegó a encontrarse en un hotel en París, ella no dio precisiones pero reconoció que pudo rescatar al menos algo bueno de la situación.
"Creo que todos tenemos cosas de las que nos arrepentimos, pero también son enseñanzas y hay que tomarlas así, como un aprendizaje", reflexionó la actriz, que en su visita a Madrid se dio el gusto de jugar un partido a beneficio en el estadio Wanda Metropolitano y de reencontrarse con su amiga Lali Espósito.
