Una bomba explotó por los aires y desató una polémica descomunal, de tamaño sideral y que desperdigó una serie gigante de secuelas. El vínculo clandestino de la China Suárez con Mauro Icardi moldeó y le dio vida al mediático caso del Wandagate, que paralizó a la opinión pública durante semanas.
Ese engaño del futbolista a su esposa Wanda Nara activó un tsunami en el universo del espectáculo, cuyas consecuencias todavía no se difuminaron. Una de las secuelas de todo el tratamiento exhaustivo de la infidelidad del delantero se centró en la indignación de María Eugenia con los medios de comunicación y principalmente con LAM, que se constituyó en el epicentro de los novedades más jugosas de la polémica.
Por eso generó conmoción y sorpresa el video que se viralizó en la noche del domingo, en el que se percibió a Suárez muy risueña y compinche con Ángel de Brito. Esos segundos abrieron la puerta a la intriga del trasfondo, de conocer los detalles de esa charla entre el conductor y la actriz.
Finalmente, Ángel se lanzó a describir todo lo que experimentó en esa especie de tregua, de reconciliación con la China. En la edición del lunes del ciclo de América, el periodista narró: “De repente de la nada, una chica me dice ‘hola’, no sabia quien era y era la China, no la reconocí. No me la imaginaba porque no estaba en el Martín Fierro. Cayó justo al boliche, por ahí la invitó Marley, no sé. Cayó”.
En cuanto al tenor de la conversación y a la pregunta picante que le extendió María Eugenia, Ángel describió: “Me vino a hablar ella, me dijo ‘¿por qué me odias?’. Le dije que no era tan importante como para que la odie”. Lo que confirma que entre la ex de Benjamín Vicuña y el conductor se había generado un halo de confrontación intangible.
En la profundización de ese momento incómodo que vivenciaron en la pista de baile, en ese entorno festivo pero que significó toparse cara a cara tras meses de abordaje de la noticia escandalosa, de Brito aportó más pormenores y sostuvo: “Igual muy simpática, no estaba ni agresiva, ni loca. Estaba alegre. Empezó como tensa la charla, una cosa llevó a la otra aunque no conducía a nada la charla. Le dije que era muy soberbia, que se manejaba mal en los medio y me decía que ella piensa que no es así”.
Para redondear todo esta intrincada experiencia, que culminó con una vibra positiva, el conductor de LAM añadió: “Le remarqué que en tal y tal caso estuvo como el culo públicamente. Ella quería saber por qué la odiaba. Se lo explico a los famosos, hoy es tema ella, mañana será otra. El tema era Wanda e Icardi en ese momento. Después no se me despegaba”.