Tamara Paganini fue la subcampeona de la primera edición de Gran Hermano en la Argentina y, tras un tiempo rodeada de flashes, poco se supo de ella en los últimos años, tal vez desbordada por el shock de popularidad.
Tamara reapareció en el programa Todas las Tardes, que conduce Maju Lozano en El Nueve, en donde presentó a Sebastián, su pareja de hace 10 años y socio del restaurante en donde estaba brindando el móvil.
“¿Es tímido?”, le preguntó Maju Lozano. “No tiene vergüenza, aunque no le gustan las cámaras”, respondió Tamara, que luego se dio paso para contar algunas cuestiones íntimas de la pareja.
“¿Hay pareja abierta?”, le preguntó la periodista Tatiana Schapiro. “Sí, hay una pareja súper abierta. Pero la verdad lo que mejor nos funcionó es no convivir. Y no estar todo el día llamándonos y preguntado: ‘¿Qué estás haciendo? ¿Con quién estás? ¿A dónde fuiste? ¿A qué hora llegaste?’. Eso nunca sucedió en la pareja”, contestó Tamara.
“Ya desde el principio lo planeamos, lo pactamos, cuando empecé a decir: ‘Estoy medio enamoradita de éste’, mejor no convivir. Yo conviví toda la vida, todos mis novios me traían el cepillo de dientes y ahí se quedaban. No los iba a echar”, agregó.
La ex Gran Hermano contó que aquel arreglo no se rompió ni se vio vulnerado ni cuando estaban esperando a sus hijos. Ni siquiera en esa circunstancia hubo una idea de llegar a la convivencia.
“Preferimos no vivir juntos, vivir cerca por una cuestión de que los bebés, si teníamos que juntarnos los niños, pero después cuando los niños crecieron, cada uno a su casa”, explicó Tamara.
“Ayuda que no soy muy celosa y él tampoco. Y cuando te pasan cosas tan terribles en la vida, priorizás otras cosas y las estupideces como a qué hora llegó o con quién estuvo ya no te importan tanto”, concluyó.
