Aunque no se cruzaron ni llegaron a hablar al mismo tiempo, Alejandro Gravier coincidió en el programa de Georgina Barbarossa con la madre de uno de los agresores de su hijo Tiziano. Obviamente, al empresario le propusieron intercambiar opiniones con la mujer, llamada Elizabeth, pero prefirió escuchar y después de oírla tuvo una suerte de "última palabra". Entonces, no pidió venganza ni tuvo expresiones recriminatorias, sino que aceptó las disculpas, dijo que entendía a la señora y, eso sí, le exigió a la justicia que intervenga como corresponde.
Gravier estaba dando una extensa nota telefónica -entre otras cosas, dijo que Valeria Mazza no estaba muy bien de ánimo- cuando le informaron que del otro lado de la línea se había conectado la mamá de uno de los dos jóvenes que le rompieron la mandíbula a su hijo que están detenidos en la ciudad de Rosario.
Le ofrecieron dialogar entre ellos, pero el empresario prefirió escuchar para después decir lo suyo. "Perdón, pero quiero escuchar más que hablarle a ella. La escucho sin ningún problema", dijo Gravier, quien se ha mostrado calmo, sereno y reflexivo desde el mismo momento en el que sucedieron los hechos, o por lo menos desde que trascendieron a la prensa.
Lo primero que hizo la mujer fue pedir disculpas. "Yo como mamá, lo que quiero es pedirle disculpas en nombre mío y el de mi hijo tanto a los padres como al chico. Yo soy mamá, y si me hubiera pasado al revés creo que me muero. Sinceramente, les quiero pedir disculpas. Todos los días rezo para que este chico se recupere lo más rápido posible. Deben estar pasando un momento muy feo. Y nosotros también, porque tenemos a nuestro hijo preso y no es algo agradable", aseguró.
"Nosotros somos de una localidad cercana a Rosario que se llama Funes. Y mi hijo no es para nada violento. Al contrario, es amigo de todos acá, lo quieren todos. No podemos entender por qué pasó eso, y él tampoco lo sabe explicar. A los dos días, porque él está en pareja y vive con su mujer, el vino y me dijo "mamá hice algo terrible" pero no podía explicar ni nosotros podemos entender lo que pasó", agregó.
Entonces la despidieron, y Gravier tomó la palabra. "Por supuesto que acepto sus disculpas, y claro que la entiendo como mamá, porque esto también me podría haber pasado a mi al revés y estaría igual que ella. Se la nota sincera, y ojalá los chicos se hayan arrepentido de esto que hicieron, y lo que yo y nosotros pedimos es que la justicia actúe como debe y asuman las responsabilidades del daño que causaron. Las cosas deben funcionar como corresponden, y una de ellas es la justicia", aseguró.
