Tamara Paganini afirma con contundencia que Gran Hermano “le arruinó la vida”. No es la primera vez que la ex participante de la edición 2001 habla de las espantosas consecuencias que tuvo su paso por el programa que la hizo famosa, amada y odiada a la vez por millones de personas.
Recordemos que en ese entonces no había redes y todos estaban pendientes de cada cosa que pasaba adentro de la casa de GH. Y si bien Tamara no ganó aquella vez (fue Marcelo Corazza), se fue con premio, un generoso monto que pronto se esfumó, gracias a la crisis económica en años del corralito financiero, patacones y demás.
“Ganamos dinero porque el que ganó en nuestra edición era suplente. Entonces hicieron una división y yo me llevé 39 mil pesos. En ese año el dólar estaba 1 a 1 y fueron 39 mil dólares”, contó en Mañanísimas, a fines de mayo.
Y ahora, en su visita a Estamos a tiempo, la conductora radial recordó las peores consecuencias de la súbita fama. "Gran Hermano me arruinó la vida en su momento, no podía caminar por la calle, no podía conseguir un trabajo y pasé hambre", dijo, sin dudarlo.
"Lejos de lo que la gente se piensa, que cuando salí del reality me llené de plata. Fue realmente la primera vez que tuve que sacar comida de la basura para comer", añadió Paganini, antes de detallar esa situación límite que vivió cuando no conseguía empleo y llegó a usar barba para poder caminar.
“Vivía en Carlos Paz, había huído de Buenos Aires y de verdad no tenía de qué trabajar. Me quedaba un resto de lo que había ganado en la casa”, empezó Tamara, que contó que la mayor parte del dinero se la había dado a sus padres para que la inviertan y todo se perdió con la crisis de 2001.
“Vino una amiga a casa y le digo que voy a cocinar unas berenjenas, que era lo único que tenía, además del limón seco de siempre. ´Las tiré, estaban podridas´, me dice. ´No, pero es lo único que tengo para comer, le sacás lo podrido y comés el resto´, le dije”, recordó.
Así fue como fueron a buscar su bolsa, al rescate de las berenjenas podridas porque ese día, dijo, no tenía otra cosa que comer. Lo más llamativo de todo era que la rubia podría haber tenido otra suerte, ya que en ese momento recibía múltiples ofertas de Telefe.
“Me ofrecieron de todo, pero yo lo único que quería era irme a mi casa”, señaló, al recordar esa época de máxima exposición y hostigamiento de parte de la prensa, los fans y los haters, quienes, dijo, le tiraban piedras a las ventanas de su casa.