Son días difíciles y muy sensibles para Rocío Marengo, cuyo último intento de ser mamá a través de un tratamiento en fertilización no prosperó. Para contrarrestar la angustia por ese deseo frustrado, a principios de junio anunciaron en LAM que Marengo y su novio, Eduardo Fort, se iban a casar luego de años en pareja..
“Él es perfil muy bajo. Planean casarse en noviembre o comienzos del año que viene. Anoche se dio una reunión donde estuvieron con la familia anunciando. Él no me lo negó. ¡Se casan Eduardo Fort y Rocío Marengo!”, dijo Pía Shaw en el ciclo de América.
Sin embargo, a las pocas semanas, llegó el bombazo cuando la rubia dio a entender a través de sus historias de Instagram que la relación con Fort había llegado a su fin. Sin mencionarlo directamente, Marengo dio por terminado ese proyecto en un ida y vuelta de preguntas y respuestas con sus seguidores.
"¿Te vas a casar?", quiso saber alguien, y ella contestó, terminante y sincera en cuanto a cómo habrían quedado las cosas con Eduardo: "Por ahora no, ni cerca. ¡Antes era un sueño! ¡Pero mi última relación me sacó las ganas de todo!".
Y luego, cuando una persona le escribió: "Deseo que tengas un amor que te valore y acompañe en todo, que seas su prioridad", ella contestó con una frase esperanzada pero indudablemente triste. "Sí, yo también lo deseo, confío en los planes y tiempos de Dios", expresó.
Antes de estas declaraciones, Rocío había compartido una sugerente frase en sus redes sobre las relaciones de pareja. “Coincidir con una persona, mental y emocionalmente, es una suerte. Es como tropezar con la felicidad”, publicó la mediática.