"De pronto, flash" cantaba Luis Miguel un tema pop que Guillermo Cóppola podría transformar en su marcha de la bronca: mientras se tomaba una fotografía con una fanática en la calle, el ex representante de Diego Maradona recibió una inesperada, increíble y grave agresión que quedó registrada en un video de seguridad.
Simpático, amigable y muy predispuesto a socializar con la gente, Cóppola accedió gentilmente a tomarse "una selfie" con una muchacha que caminaba por Avenida del Libertador. No tuvo ningún problema y hasta se agachó para "quedar a la altura" de la joven que quería inmortalizar el encuentro. Todo estaba preparado, pero...
De acuerdo a las imágenes que se pudieron observar en el video que consiguió y puso al aire Nosotros a la mañana, el ciclo que conducen el Pollo Alvarez y Mariel Di Lenarda, Cóppola estaba aguardando para tomarse la fotografía cuando un elemento contundente cayó desde el aire e impactó de lleno y violentamente contra su cabeza, que todavía conserva el pelo enrulado y canoso que se volvió una de sus tantas marcas registradas.
"Esa suerte de palo fue arrojado desde unos 15 metros de altura y dio con todo contra la humanidad de Guillermo", informó Carlos Monti, panelista especializado en chimentos y viejo conocido del representante de jugadores, que en la actualidad forma parte de la empresa que organiza, lleva adelante y comercializa la Copa Argentina de fútbol.
"El es una persona muy accesible y por supuesto aceptó hacarse la foto. Y no esperaba para nada ese proyectil. El quedó tan aturdido con el golpe que pensó que lo estaban robando. Enseguida salieron dos encargados, Miguel y Eduardo, para acompañarlo y asistirlo. El se preocupó mucho y le dio bastante temor, sobre todo por la violencia con la que cayó ese palo", agregó Monti.
"Eso voló y cayó desde un balcón. Fue tremendo. Es como un pedazo de rama. El pensó que por ahí tenía que ir a hacerse ver a un sanatorio o centro médico, porque fue un impacto muy importante. Por suerte Guillermo reaccionó bien y parece que esto va a quedar en una fea anécdota", cerró el periodista. Las sorpresas -hasta las desagradables- muchas veces "caen del cielo".