Yanina Latorre no se anda con vueltas. Después de adelantar -y acertar- que Wanda Nara no estaba divorciada de Mauro Icardi (como se dijo en LAM, el programa al que pertenece) cargó contra un famoso y polémico periodista y prácticamente pidió que lo desvinculen de sus trabajos. Sí, más o menos eso. ¿Está bien? No parece, pero así es ella.
Con el correr del tiempo, Latorre se transformó en una especie de tábano que sobrevuela y aguijonea sobre todo lo que tiene olor a oficialismo. Dirigentes, allegados, simpatizantes, cualquiera que se manifieste a favor del gobierno termina "picado" por sus opiniones sacrcásticas o contundentes. Ultimamente, incluso, le basta con que alguien se identifique con el Kirchnerismo para que lo trate de "chorro".
El periodismo también se "agrietó" y se dividió en dos. Están los "AntiK" -fuerte mayoría, ya que los medios más grandes y numerosos adhieren a esa corriente- y los que defienden, como pueden, a la actual administración. En ese segundo grupo se ubican, por ejemplo, algunos de los principales alfiles de C5N, Radio 10, la 750 y Página 12, pero no muchos más.
Entre ellos está Pablo Duggan, que podría considerarse una especie de "Yanina Latorre del periodismo político" por lo viscerales, arriesgadas y contundente de sus definiciones. Por hache o por be, Duggan está siempre al filo de la polémica con sus opiniones, ya sea radiales, televisivas o digitales. Y con Yanina se cruza cada dos por tres.
En las últimas horas, Eduardo Feinmnann recordó un viejo tuit de Duggan desconfiando de los primeros indicios que existían sobre la salud del senador Esteban Bullrich, quien finalmente fue diagnosticado con ELA. Al observar esa publicación que rescató del olvido el conductor de Radio Mitre y La Nación +, dos de los principales medios opositores, Canosa recargó fuerzas en contra uno de sus máximos enemigos mediáticos y práticamente pidió su despido.
"No entiendo como este tipo Duggan sigue al aire" escribió Yanina en su cuenta de Twitter, donde la siguen 1.200.000 personas. Latorre suele hacerse eco de publicaciones de colegas que se inscriben en una línea editorial parecida o directamente similar a la suya.