Ya pasó un mes desde que Barby Franco decidió anunciar a los cuatro vientos la feliz noticia de que estaba esperando su primer bebé junto a Fernando Burlando, con quien se encuentra en pareja desde 2012.
El momento que transita la modelo es un verdadero sueño para ella, dado que confesó que lo buscó durante mucho tiempo y lo deseó con todo su corazón. Actualmente, se encuentra transitando el cuarto mes de embarazo y está más feliz que nunca.
Hace algunos días atrás, Barby Franco, que no para de compartir lo maravilloso de su presente con todo el mundo, reveló el sexo de su bebé en camino. "Cuando nazca mi hija voy a comer la placenta”, dijo como titular de la nota exclusiva que brindó con la revista Caras, en la que mostró por primera vez su panza.
De esta manera, la ex azafata de Guido Kazcka confesó que se va a sumar a la tendencia de muchos famosos, como recientemente lo hizo Evaluna Montaner, de comerse la placenta luego del parto. "Me encanta el chinchulín y me dijeron que la placenta tiene un gusto muy parecido”, sumó al respecto.
Pero un detalle que no pasó desapercibido de aquella entrevista con el mencionado medio, es el que contó sobre lo que desea como parte de la decoración de la habitación de su hija. “Quiero ponerle un pedacito de techo de chapa para que cada vez que llueva, escuche ese ruidito que a mí me hizo tan feliz en la infancia”, confesó haciendo reminiscencia de sus orígenes humildes.
En reiteradas ocasiones, Barby Franco habló sobre sus días en la villa 21, lugar en el que nació y se crió junto a su familia. Siempre se mostró muy orgullosa de su pasado y de su historia de superación, que la hicieron convertirse en una mujer fuerte y estar en el lugar que hoy se encuentra, valores que le querrá trasmitir a su pequeña en camino.
Otro de los detalles que sacó a la luz la panelista sobre su embarazo es el trato que recibe por parte de Fernando Burlando. Ante la pregunta de un seguidor en Instagram, Franco confesó que el letrado está obsesionado con su pancita: “A mí no me da ni bola. Saluda a la panza y a veces se olvida de mí”.