"Compañía: brazo extendido, puño cerrado, dedo hacia arriba, hombros fruncidos, cabeza hacia atrás, cola hacia atrás, pies de pingüino, lengua afuera.... y Chuchuá chuchuá, chuchuá uá uá". Cuando la compuso, hace ya muchos años, Piñón fijo no imaginó ni en su peor pensamiento que su canción emblema sería criticada por "militarista" en un programa de chimentos. Pero sucedió: Laura Ubfal calificó de esa manera a la letra y al tema en Intrusos. Y sí, el inesperado y turbulento escándalo familiar que protagoniza el payaso más famoso del país da para todo.
A ver: Piñón fijo contó en sus redes que extrañaba a sus nietos y metió un par de "hashtags" en los que pareció denunciar que no se los dejaban ver. Los hijos reaccionaron a las pocas horas y pusieron en jaque su carrera artística: hablaron de maltratos recibidos durante muchos años. Justo de él, que se gana la vida actuando para chicos. De la nada, todo el país farandulero se puso a hablar del "caso".
Poco a poco se fueron conociendo detalles -algunos medio escabrosos, otros no tanto- del embrollo que tiene en vilo a mucha gente. A algunos chicos y otros adolescentes que sienten una desilusión por ver a su ídolo metido en un lío semejante, y muchos mayores que se agarran la cabeza por haber llevado a sus hijos, durante tanto tiempo, a ver a alguien enfrascado en un tema de este tenor.
Para colmo trascendieron otros datos que echaron más leña a un fuego que está lejos de apagarse. Así, se supo que todo el problema empezó cuando Piñón Fijo y su mujer decidieron separarse después de 35 años de relación. Poco después llegó el siguiente paso, obvio y esperado por la gran mayoría. El payaso cordobés está de novio con otra mujer, algo más joven que él.
Lo que nadie imaginaba fue lo que sucedió en Intrusos, el programa que más difusión le dio "al caso" por los datos que acercó Pablo Layus, cordobés como Piñón y de estrecha relación con el famoso clown. Laura Ubfal desarrollaba su columna habitual cuando se metió a hablar del tema. "A mi tengo que reconocer que Piñón Fijo es un personaje que siempre me resultó extraño. Tengo que reconocer que nunca fui santa de la devosión de Piñón Fijo", arrancó la periodista.
Pero si eso ya era llamativo, lo que siguió fue más curioso aún: "Nunca me gustó, ni cuando mi hija era chica. No se por qué, no me preguntes, pero esta historia de esconder su cara detrás de una máscara y nunca mostrar su cara real no me gustó. Y no me gustó ni siquiera el tema "Chuchuá que me pareció un tema bastante militarista y lo digo porque bastante gente piensa como yo".
