En consonancia con el desgarrador caso de Guillermo Pérez Roldán, que describió un verdadero calvario que padeció por malos tratos de su padre, Silvina Luna también abrió su corazón para contar su historia intrafamiliar, con otro tenor, pero igualmente sensible.
La modelo abordó una etapa desconocida de su vida, que refiere a la niñez, a esos años más inocentes y vulnerables, en lo que su entorno parece que distó de una armonía y felicidad. Más bien todo lo contrario, se tiñó de circunstancias adversas.
En cuanto a lo que sintió que sufrió en esa época, Silvina confesó: “Mi autoestima fue un trabajo de años. Y todo tuvo origen en mi infancia”. Para luego añadir el tronco de esta situación al revelar: “Yo era una chica alegre pero muy solitaria. Creo que a mí me faltó amor”.
En pos de agregar más datos y reconstruir los orígenes de esa ausencia de cariño y atención, Luna expresó: "En aquel entonces estaban demasiado inmersos en sus mambos y peleando mucho entre ellos. Tenían 22 años. Eran como adolescentes intentando ser papás”.
Hasta que detectó una manera muy concreta de graficar las emociones hirientes que la transformaron, dado que narró: “Y llegué a sentir que no me veían. No... No me veían”. En la búsqueda de clarificar ese hábitat cotidiano, en diálogo con Infobae, la famosa aseguró: “El clima era hostil para un niño”.
Lejos de obviar o maquillar ese calvario, Luna especificó: “Papá y mamá tenían una relación tormentosa. Imaginate a dos personas grandes que discuten, que se gritan... Quizás hasta en momentos de agresiones y entonces tenés miedo de que a ella le puede pasar algo”. Así como se animó a confesar que su padre violentó físicamente a su madre en esos años.
