Luego de lo que fue el extraordinario éxito de Casi Ángeles, Rocío Igarzábal decidió armar las valijas para irse a vivir a México. Allí, asegura, se encontró con ella misma, se topó con el amor y conoció a Milton Cámara.
Hoy, los días de Rochi pasan por el disco “Que hablen de amor”, que va a presentar el 8 de octubre en La Tangente, una invitación para conversar y, también por qué no, para descarga. La actriz le confesó a Teleshow que habla sobre amores tóxicos e imposibles, con historias muy personales.
“Me gusta darle un tinte de humor a los sentimientos tan extremos como angustias y broncas, como creo que es el arco iris de emociones. Me pasó de tener estas relaciones en donde de repente amás con locura, con esta cosa posesiva, pero que creo que desde un lugar que algo me está pasando internamente que estoy depositando en el otro”, expresó Rocío.
Ante la pregunta sobre si fue más de dejar a sus parejas o que fueran los hombres quienes la dejaran, aclaró: “Creo que fue bastante equilibrado el asunto. Tuve momentos de amar con locura y que no sea correspondido ese amor, que no me den bola”, contó.
“Hice locuras por amor. Por ejemplo, tomarme un taxi a las 4 de la mañana, ir a tocarle el timbre y quedarme afuera horas, hasta que apareciera. O llamar 1.500 veces a la persona hasta que me atendiera. O escenas en la calle frente a mucha gente”, confesó Igarzábal.
“Eran situaciones extremas que, con el tiempo veo, me estaba pasando algo a mí en realidad. Siempre trato de traerlo hacia mi persona y no depositar la culpa en el otro”, reconoció la actriz.
“También te pasa que de repente tenés una relación sana y decís: ‘Che, algo estaba mal en eso’. Algo estaba mal en la forma de vincularlos y a mí me llevaba a un lugar muy oscuro, que no estaba bueno”, reconoció Rocío en la charla con Teleshow.
“La otra persona tiene mucho que ver en eso también. Sin culparme o responsabilizarme a mí al 100%, siempre hablando de relaciones en donde no se llega a lugares violentos. Relaciones locas en el sentido de que estás como en la adolescencia, donde todo se vive de otra manera, muy pasional, muy hormonal”, concluyó la actriz.