Al final, la figurita más difícil del mundial no era la de Messi, la de Fideo Di María o la del Rodri De Paul. Ni siquiera conseguir los paquetes y el álbum, una tarea que se volvió misión imposible para miles y miles de argentinos. Más complicado que todo eso resulta que el seleccionado argentino encuentre un poco de paz para llegar de la mejor manera a Qatar. Lo que debía ser un camino de rosas se llenó de espinas, y ahora creció una más: Lautaro Martínez, el 9 del equipo de Scaloni, entró en una fuerte crisis de pareja con Agustina Gandolfo.
Pero eso no es todo. Lo peor es que se está hablando de una infidelidad como el detonante de los problemas personales del goleador. Y las redes sociales, que como siempre "están jugando su propio partido", ya decidieron que el engañado habría sido él, y que esa circunstancia podría hacerlo caer en un bajón anímico muy grande que lo perjudique de cara a la Copa del Mundo.
Ninguno de los dos, ni Lautaro ni Agostina, abrieron la boca y le contaron al mundo su verdad sobre el tema. Lo que hicieron fue mover las manos, accionar con sus dedos y apretar un par de botones. Con eso, hoy día, alcanza para hablar mucho más que con la boca. A tono con los tiempos que corren, ambos "se manifestaron" en sus redes sociales.
El directamente desactivó su cuenta de Instagram, el síntoma inequívoco de que "algo le está pasando". Si el dolor de cabeza, la debilidad corporal y los chuchos de frío delatan a un estado gripal, bajarse de "Insta" está "contando" una molestia, una incomodidad, un malestar. Apenas lo advirtió, la gente se vio venir un problemón con el máximo artillero de equipo de Scaloni. Y el entrenador se debe haber agarrado la cabeza también.
A los pocos minutos, para colmo, la que se hizo presente en su perfil fue la mujer del delantero nacido en Bahía Blanca y que en la Argentina jugó para Racing, que escribió “El amor que das es eterno. Espero que nunca te arrepientas del amor que diste. Aún cuando las cosas no salieron como esperabas, aún cuando la historia no tuve el final que deseabas, ni el transcurso que querías”.
En las redes -pero sobre todo en Twitter, que siempre es más directo y contundente que Instagram- la gente hizo su análisis y llegó a la rápida conclusión de que Agostina pudo haber engañado a Lautaro, que el romperedes la descubrió y que en ese momento decidió cerrar su Insta y parar la pelota en su vínculo con la rubia. Poco a poco llegaron comentarios, memes, fotos y videos. En la mayoría, se hablaba de un futbolista "gorreado" y que le hacía honor a su apodo de "Toro". Con tanto lío y tanta lesión, la figurita que nadie quería está saliendo en todos los paquetes.