En la noche del 22 de septiembre, murió Carlitos Balá a los 97 años, instantes después de haber sido internado de urgencia en el Sanatorio Güemes tras descompensarse en su casa. Maximiliano Marbuk, su representante, fue quien anunció que el cómico estaba “en observación” con pronóstico reservado.
Luego del triste desenlace y a horas de la noticia de su partida, Marbuk habló con Marcelo Bonelli en Arriba Argentinos y rompió en llanto al contar cómo era su estrecha relación con Balá, con quien trabajaba desde hacía diez años y que murió, según contó su nieta, "rodeado del amor de su familia".
"Estoy arruinado, no puedo más. Sacando que trabajé con él, para mí era mi abuelo. Es un desastre esto. Siento que se me fue un trozo de mi vida. Lo quería mucho", dijo Maximiliano, destrozado, en la nota con el ciclo matutino de El Trece.
"Lo bueno es que él vivió bien. Era feliz. Le gustaba estar con la gente. Todos pensamos que iba a ser eterno, pero no", siguió, visiblemente angustiado, antes de contar lo vital que estaba el ídolo popular a su edad.
"Estaba perfecto. Obviamente, tenía 97 años, pero el jodía con eso '97 años y no es caro'. Nunca perdió la alegría. Hacía chistes. Estaba perfecto", aseguró el mánager, y agregó: "Anoche se descompensó y entró en un paro cardíaco. Ahora está allá arriba, haciendo reír".
Maxi recordó cómo fue que empezó a representarlo: "Estábamos un día almorzando. Su representante, Oscar, había fallecido, y le dije 'Carlitos, ¿te puedo representar?'. Y él me dijo 'dale, pibe'".
"Empecé a trabajar con él y me fui enganchando más. Yo no lo sentía como un trabajo, era como estar con mi abuelo. Estuve como 10 años con él. Y la que siempre estuvo con Carlitos fue Laura, Panam", cerró el hombre, en referencia al rol que tuvo la animadora infantil en los últimos años.
