Hace poco más de cuatro meses que la China Suárez empezó su historia de amor con Rusherking, una relación que la tiene muy entusiasmada, en plena etapa de enamoramiento y de descubrir al otro, pero que cuando arrancó generó más dudas que otra cosa.
Es que muchos sospechaban de que este noviazgo pudiera prosperar, teniendo en cuenta los distintos recorridos de vida de los dos. Empezando por Eugenia Suárez, que a sus 30 años ya es mamá de tres y hasta ahora había tenido un patrón de parejas siempre mayores que ella.
Mientras que a Rusher, a sus tiernos 22, se lo venía mucho más "verde" y virginal. Los prejuicios machistas estuvieron a la orden del día y nadie daba dos pesos por el romance entre Sangre Japonesa y el santiagueño que llegó a Buenos Aires con el sueño de triunfar como artista urbano.
Y ahora, luego de referirse al tema en un vivo de IG, la actriz habló a fondo en una entrevista con la revista ¡Hola!, en medio de la presentación de la película Objetos, que rodó el año pasado en Madrid, cuando Rusher estaba muy lejos de su órbita y era el affaire con Mauro Icardi lo que estaba en primer plano.
¿Qué pensó la China cuando conoció a Rusher? "Me preguntaba qué iba a hacer con alguien de 22", se sinceró la artista, y admitió que fueron varios los dilemas que se le presentaron en ese momento, al entender que podía arrancar una historieta con Tomás.
"Tuve parejas que me llevaban más de diez años y no me hicieron ruido, pero nunca me lo había planteado cuando era al revés", aclaró, y señaló las bondades de estar con alguien menor: "Los centennials vienen desprogramados, con otra cabeza, con otra visión del mundo, sin preconceptos".
A la vez, Suárez contó cómo se conocieron: "Una vez nos cruzamos en un boliche, él estaba con un amigo y yo también. Tomi preguntó por mí esa misma noche, yo no lo tenía, pero dije: 'Ah, mirá'". “Fue un flechazo”, expresó.
"Es muy fuerte lo que me pasa con Tomi. Al principio, les decía a mis íntimos que no lo podía explicar y entendí eso de que hay amores que no tienen explicación", cerró Sangre Japonesa, muy enamorada del trapero que le escribió una canción, Perfecta.
