Con "Alfa" se está dando un singular fenómeno en los primeros días de GH 2022. Cuando entró cayó mal. Dio una impresión horrible. No lo quería nadie y era candidatazo "de fierro" a la primera eliminación. Pero en un puñado de días y con una serie de acciones fue "dando vuelta" esa imagen y es, al menos por estas horas, uno de los jugadores más queridos y un firme postulante a llegar bastante lejos.
Alfa no encontró mucha "complicidad" en el resto de los participantes de Gran Hermano. Y dentro de todo es lógico que haya sucedido eso: tiene 60 años y el promedio del resto debe andar por los 25. Holder, el primer eliminado, tenía 21. Difícil que los chicos sientan alguna "empatía" por alguien que los duplica o los triplica en edad. Podrían considerarlo un abuelo postizo, pero ni siquiera eso.
Esa circunstancia, la de la orfandad y la de la desprotección ante "la poca bola" que le daba el resto, hizo que "Alfa" fuera mirado de otra forma y encontrara "en el afuera" los aliados que no tiene adentro. Lo peor: es probable que el hombre no lo sepa, ya que entrar a la casa de Gran Hermano significa, antes que cualquier otra cosa, perder todo contacto con el mundo externo.
Otra cosa que lo ayudó mucho a revertir la tendencia que se había generado en esos momentos iniciales fue, claro, su comportamiento. Si en las primeras horas pareció "un hombre mayor que entró para darles consejos "medio rompe" a los jóvenes", poco a poco se fue transformando en un líder natural de "La Casa" con acciones como cocinar, administrar los alimentos y el dinero, ordenar, armar y conducir los grupos para limpiar y tener las instalaciones con una mínima higiene. A la gente le gustó ver eso.
Ahora que volvió a quedar en placa -fue nominado junto a "Los Monitos" Nacho, Juan y Martina-, Alfa se vio venir una posible eliminación y eso le generó un terremoto interno. Una mezcla de sensaciones que le puso los nervios de punta y le instaló en la boca del estómago la trepidante sensación del abismo inminente. Recostado en uno de los sillones del amplio living, se tampó con una frazada y entregó una reflexión y un llanto desconsolado que si no lo ubicaron en el primer lugar de las preferencias populares... pega en el palo.
"Que me voten, bah.. voten para que yo me quede... snifff.... Yo voy a seguir siendo el mismo que soy día a día. El mismo. Que destacar, como todo lo que hice en el día, para ser feliz, para reírme, para pasarla bien. Como todo lo que hice, aunque a veces no me salió bien, y después de intentar hacer las cosas bien lloré como un loco... snif, snif, snif..." alcanzó a decir y ya no pudo seguir, ganado por la emoción.