A raíz de diferentes sucesos que tuvieron un fuerte impacto dentro de la farándula, una problemática que empezó a tener mayor visibilidad y preocupación al respecto, es todo lo que ingiere a la salud mental, siendo Marcela Kloosterboer quien se animó a tocar el tema.
No es casualidad que en las personas más jóvenes recaiga una mayor exigencia desde los ámbitos laborales, que a fin de cuentas terminan presentando severas consecuencias negativas. A diferencia de los de mayor experiencia, que ya saben tratar estas cuestiones, el daño que se puede originar es muy grande.
Esto no solo radica en los ámbitos laborales, sino que también en cómo se vive en las casas. Un reconocido ejemplo de ello, es lo que transitó la familia Pettinato hace unos meses, en dónde uno de los hijos del músico prendió fuego su departamento y tuvo una víctima fatal como resultado.
La gravedad de todo este escándalo lo alertó Tamara, hermana de Felipe e importante activista de la salud mental. En el último programa de Almorzando con Juanita, Kloosterboer se hizo presente y habló del pico de stress que sufrió su pareja, Fernando Sieling.
Hace seis años corrió la noticia sobre Fernando, quien sufrió un brote psicótico y el cuál derivó una reacción violenta, producto del momento que se genera. En aquel momento no pasó a mayores pero sí rompió un ventanal y puso en riesgo su propia integridad física.
“Hace algunos años, no muchos, se está hablando más de salud mental. Creo que a partir de la pandemia lo importante es cuidar la salud mental y esto de la soledad o de cuidar esa parte, porque se habla mucho de la salud física y el estrés con el que se vive o vivimos muchas personas”, reconoció la actriz.
Dolida por recordar aquel tormentoso suceso que vivó con su marido, Kloosterboer llamó a tener conciencia sobre este tema. Al igual que una persona cuando sufre depresión y puede llegar a cualquier extremo, reconoció la importancia de saber visibilizar los avisos y/o señales.
“Yo creo que siendo madre a tus hijos tenés que mirarlos, escucharlos, estar atento. Una cosa es estar todo el día con tus hijos y estar con el teléfono, no darles bola. Y otra es estar presente y hablar, mirarte a los ojos, tener aunque sea el momento de la cena", concluyó Marcela, desde un punto de vista muy reflexivo.
