Pasar del amor al odio es algo común en todos los sentidos de la vida, más cuando se trata de Gran Hermano, como le pasó a Agustín, quien era un claro favorito para ser finalista y ganar el reality, a abandonarlo por la puerta de atrás y rodeado de reproches y denuncias.
Ante esto, Guardis estuvo con los analistas por primera vez, en donde Santiago del Moro le planteó que tuvo un cambio de actitud rotundo y poco feliz. Lejos de pedir perdón y asumir la responsabilidad, reveló que ser eliminado es parte de su plan de tres pasos. Inusual es poco.
Según sus propias palabras, todo estaba planeado desde un principio, su mal comportamiento de las últimas semanas no era otra cosa que estrategia pura y dura. También contó que el segundo paso era estar en el debate para contar todo y poder analizar el afuera para reingresar con información del afuera.
"Esto es un caso muy extraño en este programa, acá en Argentina y en el mundo. Te voy a decir de frente ahora que te tengo acá un montón de cosas que se dijeron de vos, y que también dije personalmente. No fuiste un participante más, nunca había visto que el público amara tan rápido a alguien y luego se vino en contra", expresó Santiago del Moro.
"Primero que nada está bueno que lo hablemos, a eso venía hoy. La salida de la casa fue la parte uno de mi jugada, hoy acá con ustedes y la gente es la parte número dos. Pronto se viene la número tres", confesó el estratega del ciclo, que dejó a todos los presentes con la boca abierta.
Y agregó: "El juego no es perfecto y todas las jugadas no salen como uno quiere. El efecto es el deseado, el estar acá. Hace tres semanas empecé a cranear mi salida, necesitaba tener un termómetro más. Adentro tenía el termómetro completo de la casa, pero necesitaba el conocimiento que podía tener de afuera".