El tiempo ha transcurrido, pero en su mente continúa latente, como un trauma que no se diluye. Un quiste que permanece inserto en su corazón y que probablemente la acompañará por siempre. Wanda Nara modificó radicalmente su vida desde el engaño de Mauro Icardi con la China Suárez, a tal punto que se divorció, pero el rencor no se esfumó.
Aquella noche de infidelidad, que se habría consumado en la oscuridad de un hotel de París, significó el cimbronazo mediático más resonante del último lustro. El Wandagate estremeció todo en el universo del espectáculo, por el tenor de las figuras involucradas.
Nara no logró superar jamás esa ruptura del acuerdo matrimonial de Icardi, la secuela fue tan magnánima que derivó en el estado civil actual, la soltería. Desde ese septiembre de 2021 hasta la actualidad, María Eugenia esquivó siempre el bulto y nunca reconoció su coqueteo prolongado con Icardi.
Empero, Wanda no olvida, ni perdona. Al menos por la información que vertió Rodrigo Lussich, dado que el periodista explicó el plan que pergeñó la blonda y que se entrelaza con la filtración del dato de un contacto espurio de Rodrigo de Paul con la China, mientras todavía se encontraba en pareja con Camila Homs.
El conductor de eltrece narró en Socios del espectáculo la estrategia que emprendió Wanda: “La voz intelectual quiere que todo Punta del Este hable del sufrimiento de Camila cuando se lo relacionó a Rodrigo de Paul con la China Suárez”.
El uruguayo aceleró a fondo y relató que Nara trata de instalar la idea de un encuentro físico entre de Paul y María Eugenia: “La chica que ahora lo está repartiendo dice que lo hicieron”. Por su parte, Paula Varela agregó a todo esta intrincada teoría, y en el contexto de unas fotos que se viralizaron de Wanda y Homs: “En eventos que se han juntado, veíamos una foto en la que están juntas, ¿sabes lo que habrán hablado?”.